Resucitar

El término resucitar se concibe como la acción de volver a vivir. La biblia católica hace referencia a la resurrección de Jesús al tercer día de haber sido crucificado, tal situación implica que Jesús debía reanimar a los apóstoles que le habían visto morir y necesitaba animarles para que crean en sus enseñanzas.

Resucitar también impllica un cambio de vida, por ello, Jesús resucita, para demostrar que después de la muerte existe una nueva vida. La forma en la cual concibo a la resurrección no es la forma física de que un muerto vuelva a vivir, sino al contrario que quienes estén desanimados o decaídos, superen tal estado de ánimo y sean felices al poder vivir.

Cambiar de vida, sería un buen acto de resurrección, dejar de ser la persona que hace daño a los demás o que se hace daño a sí misma. Pensemos que la vida que tenemos solo nos hace libres si nosotros lo permitimos, no podemos responsabilizar a los demás de nuestros actos.

Jesús siempre educó mediante parábolas y usó la frase: “el que tenga oídos que escuche”, eso significaba que hablaba para quien lo necesite, no para todos, en la diversidad de nuestras vidas, cada uno tiene una necesidad diferente.

Es tiempo de reflexionar sobre nuestra vida, sobre el modo de llevarla, aceptando que nosotros somos los únicos responsables de ella, no los demás y desde esa óptica, resucitar deviene en despertar ante un nuevo modo de vida.

No esperemos la materialización y el efecto de vivir después de muerto, muchos estamos muertos pese a que seguimos vivos, pero muertos en la fe, muertos en el amor hacia el prójimo, muertos por la desesperanza.

Revivamos y empecemos a ver nuestro entorno con paz, amor y fe, solo así sentiremos que somos nuevas personas, haciendo el bien a los demás.

Volver a vivir desde mi punto de vista es dejar de estar muerto, no en la muerte material sino en la muerte espiritual, si resucitamos, hagámoslo con una nueva forma de vida.

El mandamiento nuevo que los católicos debemos cumplir es amar al prójimo, de este modo se nos permite resucitar en la vida decaída que tenemos, en la desesperanza de nuestros sufrimientos que debemos superar.

Resucitemos y hagamos de nuestra vida un espacio de respeto al prójimo. Volver a vivir es transformar los actos malos en buenos, es dar todo de nosotros sin esperar nada a cambio, solo así, habremos resucitado. (O)