Mujeres y locura

Amable Ayora Fernández

El Diccionario Enciclopédico Universal Cervantes, (2010), define a la locura, como: La pérdida del juicio, acción desacertada, disparate, y la excitación del ánimo. Si bien es importante plantearnos a la luz de la ciencia, la siguiente interrogante ¿En qué sentido la locura, incluida la decisión de a quien se etiqueta de loco y por qué, lleva implícita una cuestión de género? Con el avance del tiempo, en 1972, la psicóloga y activista feminista Phyllis Chesler, publicó una influyente crítica feminista sobre la manera en que el estamento psiquiátrico trataba a las mujeres. Chesler sostenía por ejemplo, que las mujeres de la sociedad occidental de la época se enfrentaban a un dilema. Con frecuencia se tomaban como base para las categorías de diagnóstico los estereotipos de género tradicionales, como por ejemplo, el trastorno histriónico de la personalidad, que ‘patologizaba’ a las mujeres que se ajustaban a este criterio. Al mismo tiempo, las mujeres que no se ajustaban a estos estereotipos de género eran a menudo tildadas de desviadas o perturbadas, véase el libro titulado El libro de la Psicología de Pickren, (2015). Por otra parte, en el campo de las artes y las ciencias, como ejemplo la Psiquiatría, la Psicología, y la Neurobiología han sobresalido personalidades que han sido calificados del padecimiento de locura, entre ellos, el pintor Salvador Dalí, pintor, creador plástico y escritor español, modelo de excentricidad y locura, quien se definía así «La única diferencia que hay entre yo y un loco, es que yo no estoy loco». En nuestro medio, recordemos a un personaje muy conocido, quien además escribió un pequeño libro, que lo tituló La Biblia de Aquiles, y que por supuesto se lo llamaba ‘el loco’. La lista de locas y locos es interminable, si bien tienen habilidades, creatividad, etc. Simón Bolívar la llamó a su amada Manuelita, ‘loca linda’… (O)