¿A refundar la Patria nuevamente?

José Vicente Ordóñez

A las puertas de un nuevo proceso electoral, nos disponemos a escuchar una variedad de ofertas de campaña, muchas de ellas, matizadas con enérgicos discursos de transformación, cambio, reestructuración y todo lleva a pensar en un nuevo inicio, o como se dice coloquialmente: en una refundación de la Patria.

No obstante, lejos de que los enardecidos discursos y promesas de campaña, motiven a elegir un determinado candidato o línea partidista, la reflexión natural que debemos hacernos es: ¿Cuán costoso es para la sociedad asumir permanentemente que los procesos institucionales regresen a foja cero?.

La reflexión no exhorta a persistir en desempeños deficientes en ningún nivel de gobierno; es más, en caso de encontrar falencias estructurales, se debe procurar las acciones correspondientes a los funcionarios públicos que manejaron mal los fondos por acción, omisión o peor aún por corrupción. Las acciones correctivas deben ser orientadas a fomentar una cultura de evaluación para determinar brechas entre lo planificado y lo ejecutado; y, sobre todo, conocer y aplicar acciones de mejora o no cometer los mismos errores; ya que, sin importar la ideología, el partido o nivel de gobierno, algo rescatable tendrán las gestiones precedentes.

Derivado de ello las autoridades nuevas deberán poner especial atención en lo positivo de la gestión anterior para impulsarlo, fortalecerlo y sobre todo terminarlo; de tal manera que cualquier obra, programa o proyecto tenga una vigencia en el largo plazo.

Si alcanzamos ese nivel de madurez política atado a procesos de vigilancia ciudadana, no sólo lograríamos tener transiciones más ordenadas, sino también una institucionalidad fuerte, y, sin importar la autoridad de turno, lo que comenzaría a primar son los procesos. Seamos parte del cambio cultural. (O)

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