Producción nacional

Hever Sánchez M

Es verdad que con la nueva Ley de Comunicación de 2013 se obligó a hacer producción nacional, a resaltar lo autóctono, lo ancestral. Luego con el alcance legal del uno por uno, se dispuso que se debía emitir todo tipo de programación 50 % de fuera y 50 % nacional. Esta ley ha sido criticada por unos y aplaudida por otros.

Otros aplaudieron la nueva norma, ya que veían en ella una oportunidad para desarrollar el intelecto nacional y de alguna manera recuperar las raíces perdidas en medio de las invasiones culturales que nos trae especialmente la televisión y ahora la internet. Parafraseando a Eduardo Galeano, “de alguna manera el resto del planeta venimos a constituir algo así como un suburbio de Hollywood”.

Muchos consideran que esta ley era la oportunidad negada en siglos a los productores para que se explayen desarrollando la producción nacional y de alguna manera así lo esperábamos la gran mayoría de los ecuatorianos. Pero al pasar de los años nos encontramos que la tan ansiada creación que esperábamos se había convertido en una insultante producción de basura; sin matiz y sin memoria, únicamente emitida con un único fin: el económico.

Probablemente la realidad cultural de nuestro país sería otra si se impulsara revivir las figuras de don Eloy Alfaro, de Benjamín Carrión, de Naún Briones, Manuela Sáenz y de tantas otras figuras que deambulan casi en el anonimato y que seguramente no son rentables para dedicarles una producción moderna.

Es desolador que se dedique tiempo y recursos produciendo novelas y seriales que en nada aportan a la cultura y que lejos de construir, acaban con la poca autoestima que tenemos; que se destruyan paulatinamente los valores culturales y que nos atonten con la vida del más querido o de Sharon, con todo el respeto que se merece la cantante fallecida. Que nos atonten con basura como tres familias y otras delicias que son un insulto a la cultura y a la creatividad. (O)

@Hever_Sanchez_M