Un entrenador para cinco equipos mundialistas

ALEGRIA. Carlos Alberto Parreira en el tope del mundo, luego de conquistar la Copa en 1994. (Foto: The National)
ALEGRIA. Carlos Alberto Parreira en el tope del mundo, luego de conquistar la Copa en 1994. (Foto: The National)

En Sudáfrica, Carlos Alberto Parreira igualó el récord imposible de Bora Milutinovic.

En el capítulo de hoy volveremos al 2010 y visitaremos a Sudáfrica, para recordar un mundial abundante de novedades. Aquel año, por primera vez la competencia se disputó en el continente africano, y España ganó su primera Copa. Por primera vez el Balón de oro fue para un jugador cuyo equipo no obtuvo medalla en el campeonato: Diego Forlán de la selección uruguaya, que terminó en el cuarto puesto. Por primera vez el campeón y el subcampeón del mundial anterior, respectivamente Italia y Francia, no superaron la fase de grupos. También por primera vez un futbolista registró tres participaciones en mundiales para distintos equipos, aunque en los tres casos se trataba de su patria que cambiaba de nombre por cuestiones políticas: Yugoslavia (1998), Serbia y Montenegro (2006) y solo Serbia (2010). Este jugador fue Dejan Stankovic, gran estrella de Lazio e Inter de Milán, con el que se proclamó campeón de los clubes de Europa y del mundo.

Otro récord, registrado en Sudáfrica, fue realizado por un entrenador. El brasileño Carlos Alberto Parreira igualó el logro del serbio Velibor Milutinovic, dirigiendo su quinta diferente selección en un mundial: el elenco de los anfitriones de Sudáfrica.

Bora, el trotamundos

Era el Partizan de su tierra Serbia quien le enseñó el fútbol, pero los grandes éxitos vinieron después, al otro lado del océano: primero como jugador y luego como entrenador del club mexicano Pumas UNAM. Con este currículum y 37 años de edad, en 1983, Velibor Milutinovic fue nombrado como DT de la selección de México.

En mayo del mismo año, la FIFA por urgencia encargó a los mexicanos la organización del campeonato, porque el anfitrión asignado, Colombia, no dio garantías de seguridad. Así el peso se volvió doble para el joven entrenador Milutinovic, más conocido como Bora. No obstante, él salió airoso de la situación. Clasificó a México entre los mejores ocho del mundo y su única derrota fue de Alemania por penales. Luego los alemanes llegaron a la final donde perdieron de Argentina.

Para reconfirmar su gran talento de estratega, en el siguiente mundial (1990), Bora Milutinovic llevó al debutante Costa Rica hasta los octavos de final, luego de dos victorias espectaculares ante Escocia y Suecia y una derrota de Brasil. En los octavos, los ticos fueron eliminados por Checoslovaquia.

En 1994, a Bora Milutinovic otra vez lo tocó dirigir a un equipo anfitrión, Estados Unidos, y otra vez llegó hasta los octavos de final donde perdió del futuro campeón Brasil, 0 a 1.

El guion se repitió cuatro años más tarde, en 1998. Un nuevo octavo de final, pero esta vez con Nigeria y perdiendo de Dinamarca.

Apenas en su última participación en mundiales, Bora Milutinovic no logró superar la primera fase. Ocurrió en 2002, cuando dirigió a China y le toco un grupo con Brasil y Turquía, que ocuparon el primer y el tercer puesto en la tabla final. Curiosamente, antes del mundial, la federación china publicó una carta abierta en donde se disculpaba porque el equipo no tenía un nivel suficientemente alto para cumplir las expectativas de sus aficionados.

De todas formas, aquel 2002, Bora Milutinovic registró su quinto mundial consecutivo con cinco selecciones diferentes. Un record que lucía inalcanzable… hasta que apareció el brasileño Carlos Alberto Parreira.

El campeón despedido

Carlos Alberto Parreira es un atípico entrenador brasileño. Se destacaba como preparador físico y nunca jugó fútbol a nivel profesional. Debutó en la banca directamente como DT de Ghana, en 1967, pero quizá era demasiado joven –tenía 24 años– para dejar huella.

Entonces hubo una pausa de 7 años, cuando volvió a dirigir, y esta vez sí con gran éxito. Gracias a su trabajo, Fluminense se proclamó campeón de Brasil. Luego Parreira clasificó a la selección de Kuwait por primera y única vez en un mundial.

Así, en 1982, empezó el camino-record de un mundialista que nunca pateó una pelota en condiciones de jugador profesional. Con Kuwait logró un punto (empate con Checoslovaquia) en un grupo liderado por Inglaterra y Francia.

Su próxima apariencia en un mundial fue en 1990, cuando repitió el guion. Clasificó a los Emiratos Árabes por primera y única vez y quedó eliminado en la primera fase.

Cuatro años más tarde, en 1994, el panorama cambió por completo. Logró el título con la selección de su país, Brasil, superando por penaltis a Italia en el partido final.

Para el Mundial de 1998 Parreira fue invitado a dirigir a la selección de Arabia Saudita y protagonizó un episodio jamás visto en la historia. Se convirtió en el único DT que fue despedido durante un mundial. Después de las derrotas de Dinamarca (0:1) y de Francia (0:4), los jeques anularon su contrato. Paradójicamente, al día siguiente, sin las instrucciones del brasileño el equipo funcionó y logró un empate contra Sudáfrica.

En 2006 le fue peor. Es cierto que Carlos Alberto Parreira llegó hasta los cuartos de final y ahí perdió del futuro finalista Holanda por la mínima diferencia (1:2). Pero el detalle es que de nuevo dirigía a la selección brasileña y todo bajo el primer lugar se consideraba un fracaso. Es más, a pesar de los magos convocados como Ronaldo, Ronaldinho, Robinho, Kaka, Roberto Carlos y Adriano, el equipo estaba a kilómetros de distancia del famoso “joga bonito”; mejor dicho, daba pena.

Cuatro años más tarde, Carlos Alberto Parreira lideró la selección de los anfitriones de Sudáfrica. Empató con México (1:1), ganó y eliminó el último subcampeón Francia (2:1), pero la contundente derrota de Uruguay (0:3) le impidió superar la primera fase. Pues el equipo de Sudáfrica terminó con el mismo puntaje como los mexicanos, pero fue superado por la diferencia de goles.

No obstante, con esta última participación Parreira registró su sexto mundial y su quinta selección. Nada mal para alguien que nunca jugó fútbol.

El dato

El especial, Ecuador en los mundiales, será el tema del último capítulo (Nro. 22) de la serie.

Tome nota

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