Jorge Aníbal Guerrero tuvo una fe inamovible por el Divino Niño

RELIGIÓN. Jorge Aníbal Guerrero, en una de sus visitas al Santuario del Divino Niño, en la ciudadela Época, en la ciudad de Loja.
RELIGIÓN. Jorge Aníbal Guerrero, en una de sus visitas al Santuario del Divino Niño, en la ciudadela Época, en la ciudad de Loja.

Sirvió con bienes y persona a los habitantes de Paltas. Lo caracterizó su catolicismo.

El amor y la fe por el Divino Niño fueron inamovibles en Jorge Aníbal Guerrero Chamorro, quien hasta el último día de su vida demostró su devoción por la imagen religiosa, constituyéndose en un ejemplo de convicción por la divinidad.

Jorge Aníbal Guerrero Chamorro, oriundo de la provincia del Carchi y casado con la paltense, Piedad Esperanza Vivanco Astudillo, con quien procreó 10 hijos, sirvió al Ejército Nacional durante 24 años. Lo hizo bajo el grado de sargento primero de Caballería. Asimismo, fue enfermero en las unidades militares.

Tras su retiro de las Fuerzas Armadas, se radicó en la ciudad de Catacocha. Allí, junto a su esposa, Piedad Esperanza Vivanco, hoy fallecida también, montaron la farmacia ‘La Salud’, así como la residencial ‘Buena Esperanza’, desde donde el matrimonio Guerrero-Vivanco pudo servir a la ciudadanía en general, tanto con alojamiento como en el tratamiento de la salud.

Jorge Aníbal Guerrero, de igual manera, ocupó varios cargos en Paltas, desde donde también sirvió a la comunidad, la cual, dado su don de gentes, supo expresarle su cariño y consideración más distinguidos.

Rosario del Cisne, Amparito Esperanza, Jorge Freddy, Piedad Esperanza, Carlos Aníbal, Germán Patricio, Pablo Vinicio, Ronald Augusto, Mauricio Rene y José Luis Guerrero Vivanco, son los hijos de Jorge Aníbal Guerrero, quien el próximo 24 de julio hubiera cumplido sus 84 años de edad.

Un mes antes de su muerte, ocurrida por un infarto, un 4 de julio de 2017, vino a radicarse en Loja y visitó varias veces el Santuario del Divino Niño, en la ciudadela Época, en donde reconfirmó su amor y devoción por la imagen.

Piedad Guerrero Vivanco, su hija, cuenta que el deceso de su padre le afectó mucho, dado que fue muy apegada a él. También dice que su progenitor esperaba con ilusión la fiesta del Divino Niño en el Santuario de Época, acto que no llegó a vivirlo por su muerte súbita.

La hija de Jorge Aníbal recuerda que fue, precisamente, en el Santuario del Divino Niño donde recibió su última comunión, coincidencialmente un domingo día del padre.

“Mi padre fue muy devoto del Divino Niño, así como un hombre caracterizado por su profunda fe”, precisa Piedad Guerrero Vivanco, quien reside en Época, ciudadela que, en estos días, vive las fiestas en honor a la imagen que veneró hasta sus últimos días Jorge Aníbal Guerrero. (JPP)

Tome nota

Vinicio Carrión y Nancy Palacios fueron padrinos de las bodas de oro del matrimonio Guerrero-Vivanco.