Basura

Cada año se desechan millones de toneladas de residuos orgánicos e inorgánicos a los mares, ríos, lagos, rellenos sanitarios o a la atmósfera; los desechos orgánicos son absorbidos con facilidad por la tierra, mientras que los inorgánicos necesitan cientos o miles de años para su degradación. La enorme cantidad de residuos que se generan a diario es un problema para los habitantes del planeta, porque conlleva connotaciones económicas, consecuencias ambientales como la contaminación y situaciones sanitarias de extrema gravedad, por lo tanto el reciclaje es probablemente la mejor alternativa para el cuidado del ambiente.


Para el reciclaje de residuos se debe tener en cuenta los tipos de residuos que existen: así los residuos orgánicos provienen de desechos naturales como: alimentos, hojas, cáscaras, madera, excrementos. Estos restos tienen un proceso natural de descomposición, por lo que rápidamente desaparecen para formar parte de nuevo del ciclo de la vida; es lo que se conoce como basura orgánica, son idóneos para la elaboración de biocombustibles fertilizantes; si estos residuos no son tratados de forma correcta pueden llegar a producir, durante su fermentación, metano un gas tóxico que llega a la atmósfera y daña la capa de ozono, que es 20 veces más perjudicial que el CO2. Otro tipo de desechos densos son aquellos que expuestos a las condiciones ambientales naturales, no vuelven a integrarse a la tierra, por centenas o miles de años; entre ellos se encuentra el plástico, las toallas higiénicas, los pañales, las fundas plásticas, los envases de vidrio, las latas de aluminio, el poliestireno, etc.


En el mundo desarrollado existe conciencia sobre el reciclaje de residuos y el manejo de los mismos. Además estas regiones cuentan con alternativas para su reciclaje y para enfrentar así la pérdida de recursos naturales; mientras que los países en desarrollo no poseemos aún, total conciencia sobre la cultura del reciclaje.