En Loja se respira arte

Lucía Margarita Figueroa Robles

Cuántos años han tenido que transcurrir, para que el sueño de nuestro quijote de la cultura lojana, don Manuel Benjamín Carrión Mora, se haga realidad en su terruño, ya que el “último rincón del mundo” hoy es un foco de interés que atrae al turismo cultural de diversos puntos del planeta. Y es que quienes hemos nacido en esta hoya formada entre los nudos de la cordillera de los Andes, escondida como un lugar mágico rodeado de naturaleza, hemos podido disfrutar del arte y la cultura en todas sus manifestaciones, no en vano ha recorrido en la historia oral y la memoria colectiva, aquel apelativo de capital musical y cultural de la nación, y no simplemente porque “vivamos de glorias pasadas” sino porque nuestra geografía y nuestras raíces, desde siempre, han forjado en los lojanos un espíritu de exploración, de investigación, de migración, tanto para continuar con los estudios formales, trabajar, conocer y aportar mejores días para los suyos; de ahí que, en esta zona limítrofe a la que pertenecemos, tenemos el orgullo de contar con la primera novela ecuatoriana, y una variedad de obras literarias adelantadas para la época; asimismo, la primera médico y poeta en sufragar en Latinoamérica; contamos con destacados compositores, cuya infinidad de obras académicas se podría comparar con la de cualquier compositor europeo del período; tenemos pintores y escultores ganadores de concursos, cuyas obras han sido reconocidas a nivel mundial y constan en importantes antologías; asimismo existen clubes de lectura; un sinnúmero de agrupaciones de danza y teatro, que le han brindado al país actores reconocidos; y en la actualidad, esta pequeñita ciudad le aporta al mundo cientos de niños y jóvenes que destacan con su talento, y se encuentran pisando escenarios importantes del planeta.

Mientras se percibía hace años que la cultura estaba ausente en las campañas electorales o discursos políticos, hoy se respira arte en el ambiente, mi enhorabuena por ello y la invitación a que disfrutemos de esta amplia oferta cultural, en la cantera inagotable de artistas. (O)