Hacia la conciliación de la movilidad urbana

ACTIVIDAD. El uso de la bicicleta es cada vez más practicado entre la ciudadanía.
ACTIVIDAD. El uso de la bicicleta es cada vez más practicado entre la ciudadanía.

Un día sin conducir puede aportar a la colectividad a tomar la vida con más calma, evitando la generación de estrés.

¡Y pensar que un día alguien soñaba que llegaría una época en que todo el mundo podría tener un auto propio! Al mismo tiempo que buscamos contar con nuevos avances tecnológicos en todos los campos, sentimos el casi irrefrenable sentimiento de estar ligados a la naturaleza. Es por esta razón que colegios, universidades, conjuntos habitacionales y diversas empresas, cada vez más cambian las saturadas y alienadas urbes por espacios verdes alejados de estos centros poblados. Esto genera un problema de pérdida de ruralidad, que pocas veces es planteado como una amenaza y problema para las ciudades.

La búsqueda del equilibrio entre la comodidad de los avances culturales y el vivir en un medio ambiente sano ha llevado a las sociedades actuales a buscar nuevas formas de conectividad, partiendo y rescatando ciertas premisas ecológicas que buscan generar medios de transporte masivos, amigables con el medio ambiente y responsables con el ciudadano común.

Un día sin autos en las calles llama la atención de todos los actores de la movilidad urbana, pero esto es una utopía, ya que es imposible pensar que en ciudades como Quito, donde las pendientes, el relieve, la forma y estructura urbana obligan a transportar casi todas las mercancías y a los usuarios en vehículos motorizados.

Puede ser que el problema no solo sea el incremento del parque automotor, sino el irrespeto colectivo por los derechos de los transeúntes, los otros conductores, el espacio público y el planeta en que vivimos. Un día sin auto a nivel global significa un día sin generación de gases de efecto invernadero (polución), sin ruido de pitos y agresivos motores que apuran y demuestran la impotencia de choferes ante la impericia o el quemeimportismo de los otros actores de la movilidad. Un día sin autos y motocicletas hace a las ciudades más amigables para los seres humanos y otros animales que las habitamos.

Este día es un llamado de atención para crear conciencia entre las personas que usan todos los días sus vehículos, para que por lo menos un día a la semana acudan a realizar sus actividades cotidianas a pie o tomando transporte público. Esto no solo aportará en la reducción de emisión de C02 y otros gases contaminantes al ambiente, sino, puede convertirse en una oportunidad para hacer ejercicio, observar la cotidianidad desde otra perspectiva, valorar el patrimonio cultural material que guardan nuestras calles y avenidas, por ejemplo, en ciudades como Loja, Cuenca, Tena y Santo Domingo, apreciar los ríos que cruzan estas ciudades y que ofrecen un paisaje provenzal, paisajes más armónicos con medio natural.

En ciudades como Guayaquil, Quito y Ambato, un día sin conducir puede aportar a la colectividad a tomar la vida con más calma evitando la generación de estrés. (MBC. Roberto Carrillo Flores, director de las Escuelas de Gestión Turística y Medio Ambiente, Administración de Empresas Hoteleras- Universidad Internacional del Ecuador)

Tome nota

Un día sin auto a nivel global significa un día sin generación de gases de efecto invernadero (polución).