Cuando Paola F. S., de 60 años de edad, fue a visitar la tumba de su esposo se llevó un tremendo susto cuando vio, con asombro, que la tapa de la bóveda estaba abierta.
Un sudor frío invadió todo su cuerpo y la sangre de Paola F. S. empezó a helarse por el miedo que le invadió al creer que el cuerpo de su esposo abandonó la tumba.
Ella, como alma que lleva el diablo, acudió a la Policía de Catamayo para denunciar lo sucedido. El cadáver de su esposo no pudo levantarse e irse sino que alguien se lo robó.
La Policía acudió inmediatamente y descubrió la profanación en esa tumba. Alguien perforó la bóveda para sacarse el cadáver que se encontraba solo en huesos.
El último lunes se descubrió la profanación de esa tumba en el cementerio del barrio Trapichillo, del cantón Catamayo. El aparente delito fue comunicado a la Fiscalía. (WSV)
EL DATO
La esposa del fallecido denunció el caso a la Policía de Catamayo.