Retorno a clases: ¿qué debe incluir un buen desayuno?

Retorno a clases: ¿qué debe incluir un buen desayuno?
PROFESIONAL. Doctora María Isabel Vera, especialista en temas de nutrición.

Además de la alimentación, se debe mantener una higiene del sueño y hacer actividad física.

En la actualidad, la protección que brinda la buena salud del sistema inmune está en la mira de todo el mundo. Particularmente, los padres que buscan proteger la salud y el bienestar de sus hijos ante el panorama de regreso a los colegios. Frente a esta inquietud, los profesionales de la salud explican que una buena nutrición influye en el funcionamiento adecuado del sistema inmune que es uno de los guardianes contra agentes externos que pueden causar infecciones.

Para abordar este tema, dialogamos con María Isabel Vera, directora Médica en Abbott, quien ofreció algunas recomendaciones.

¿Qué medidas se deben implementar para evitar que los niños asistan a las aulas sin desayunar?
La nutrición es muy importante y los padres de familia deben fomentarla en sus hijos desde que son pequeños. Hay quienes sí los alimentan correctamente, mientras que otras personas no le dan la relevancia necesaria.

El desayuno es primordial, por lo que debe ser completo y balanceado. Hay familias que acostumbran a consumir algo de fruta y leche, sin embargo, estos dos productos no aportan los nutrientes necesarios. Lo esencial es comer correctamente y no en gran cantidad.

Para evitar que los estudiantes acudan a las escuelas o colegios sin desayunar, los progenitores tienen que establecer una hora adecuada para que sus hijos se levanten y realicen algunas actividades con calma. Un buen desayuno contiene lácteo (leche, yogurt), queso, una fruta y proteína (huevo revuelto, aguacate). De esta manera, tendrán fortalecidas sus microbiotas y defensas, con el fin de evitar complicaciones en las aulas.

Los alumnos que no comen por la mañana suelen presentar decaimiento, cansancio y no se concentran en las clases, lo que afecta directamente a su desempeño académico.

¿Qué problemas de salud se podrían derivar?
El no ingerir alimentos por la mañana es el error más grande que podemos cometer, por lo que como pediatras fomentamos la importancia del desayuno. En el caso de que los niños se levanten sobre el tiempo y no coman, es recomendable que lleven una lonchera para la hora del receso. Un menor de edad no puede estar varias horas sin consumir alimentos, porque se origina déficit de zinc, magnesio, proteínas y se pierden vitaminas E, K.

Hay papás que suelen dar dinero a sus hijos para que compren cosas en el recreo, sin embargo, muchas de las veces adquieren golosinas y otros snacks procesados que no les aportan ningún beneficio. Frente a este panorama, es aconsejable que los progenitores compren productos especializados que integran vitaminas, minerales, prebióticos, probióticos, fibras, proteínas, carbohidratos, etc.

Asimismo, los controles con el pediatra no deben descuidarse, porque permiten una evaluación de la situación nutricional.

¿Con qué frecuencia se debería hacer estos controles?
Depende de la edad del niño y de las normas que establezcan las autoridades. Normalmente, cuando nace un bebé se realiza una consulta mensual hasta que cumpla un año. Este control permite evaluar aspectos de su crecimiento como peso y talla, además, se aplican algunas vacunas que previenen enfermedades. Posteriormente, los análisis médicos tienen que efectuarse con la siguiente frecuencia dependiendo de la edad del infante: de dos a tres años (control cada tres meses), de tres a cuatro años (control cada seis meses), y a partir de los cuatro años (mínimo una consulta anual).

Muchos padres de familia llevan a sus hijos a los consultorios únicamente cuando están enfermos. Lo ideal sería que acudan de forma regular, para que conozcan los beneficios de una buena alimentación.

¿Cómo fortalecer el sistema inmune?
El sistema inmune de un bebé es muy inmaduro, por lo que es imprescindible la leche materna, tal como lo sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS). La lactancia debe complementarse con las vacunas, creando inmunidad en el niño ante los agentes externos.

El consumo de frutas y verduras es un hábito que se tiene que adoptar en los hogares. Los padres son el principal ejemplo de una buena alimentación para sus hijos, de esta manera, se crea cercanía con los productos naturales y de origen vegetal.

¿Qué otras recomendaciones se deben tomar en cuenta?
La actividad física debe ser diaria. Los niños deben practicar al menos una hora de ejercicio al día. Como profesionales recomendamos los deportes en equipo, porque además permiten la socialización entre los participantes.

Otro aspecto que no pasa desapercibido son las horas de sueño. Un bebé es capaz de dormir 20 horas al día, sin embargo, conforme va creciendo, descansa menos tiempo.

Los pediatras también tenemos a nuestro haber el promover la higiene del sueño. Antes de dormir no se debe hacer ejercicio o ver pantallas digitales. Lo idóneo sería leer nuestro libro favorito para tener la mente en paz.

TOME NOTA
La hormona del crecimiento secreta más durante las horas de sueño.
EL DATO
La fruta aporta minerales, vitamina C, vitamina E y fibra que ayuda a la inmunidad.
EXTRACTO
“Utilizar un producto especializado para nutrir a los niños es una alternativa que origina buenos resultados”.