¿Qué son las denominadas “tecnologías emocionales”?

Las tecnologías emocionales utilizan inteligencia artificial
PROFESIONAL. Salvador Cobos también es docente del Máster Universitario en Industria 4.0 de la UNIR.

Para desarrollarlas se utilizan sistemas computacionales que respondan a las técnicas de inteligencia artificial.

La sociedad en que vivimos está marcada por algunos cambios derivados de la globalización económica, laboral, etc. La cotidianidad de un niño de ahora es muy diferente en cuanto a las actividades que realiza y vive sus emociones de manera distinta, en un contexto liderado por las nuevas tendencias.

Gran parte de la población mundial tiene en sus día a día vivencias tecnológicas, representadas en un ordenador, celular, videoconsola, cámara, entre otros inventos que alteran positiva o negativamente las habilidades sociales, de comunicación y de negociación.

Hoy en día es común escuchar el término “computación afectiva”. Expertos lo definen como un ámbito de estudio que conecta tecnología, psicología, estudios conductuales y ciencia cognitiva que intenta mejorar el bienestar de los seres humanos, mediante computadoras, teléfonos móviles, escáneres, entre otros dispositivos empleados para medir emociones.

Los últimos avances registrados en esta área permiten interpretar con bastante precisión la comunicación gestual y expresiva a partir de patrones en las muecas, gestos y expresiones realizadas de forma involuntaria.

La capacidad de dotar a las máquinas de inteligencia emocional, incluida la de simular la empatía, por ejemplo, ya es una realidad en determinados campos como la automoción, la salud o el marketing.

Salvador Cobos, docente de Robótica y Sistemas Ciberfísicos e Inteligentes de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), considera que en la actualidad se están desarrollando aplicaciones de inteligencia artificial, basadas en un sistema de visión y/o audio, donde las personas pueden entrenar un algoritmo de aprendizaje profundo, para detectar expresiones como tristeza, alegría.

En entrevista con diario La Hora, el profesional de la robótica da respuesta a algunas interrogantes propias de la temática en mención.

¿En la última década han tomado mayor impulso?
Las tecnologías emocionales se crearon hace algún tiempo. Hoy en día han tomado más fuerza e importancia, asimismo, para entrenar sus algoritmos se necesitan ordenadores potentes y mejor estructurados.

Con las nuevas invenciones digitales es más factible hacer robots que detecten las emociones de la gente. Hace algunos años la mayor limitación era la capacidad de cómputo, ya que las Unidades de Procesamiento Gráfico (GPU) tenían sus limitantes.

En la actualidad es común observar asistentes virtuales y robóticos instalados en museos, los mismos que incluyen caras mecatrónicas que representan una determinada expresión.

¿Requieren una codificación de alto nivel?
Para conseguir que las tecnologías emocionales funcionen, se necesitan técnicas de inteligencia artificial, es decir, emplear redes neuronales que aporten a este tipo de aprendizaje. Además, se requieren muchas imágenes para realizar los etiquetados que se intenta reconocer a través de los patrones.

La complejidad depende de la arquitectura que se utilice, pero todo se puede conseguir si se indaga en el ámbito y se adquieren conocimientos que den respuesta a las inquietudes.

¿En qué áreas es más común la implementación de estas inteligencias?
A nivel de interacción social, están presentes en museos y en otros espacios de esparcimiento. En el sector comercial, empresas como Amazon las utiliza para promocionar dispositivos como Alexa, un asistente virtual controlado por la voz de quien lo manipula. La finalidad es vender y despertar necesidades y gustos de consumo en el cliente.

¿Llegarán a suplir plazas de trabajo?
Es complicado saber con exactitud lo que pasará en los próximos años.

Las empresas hacen uso de asistentes virtuales para que respondan inquietudes de la gente durante las 24 horas, puesto que es difícil que contraten a un profesional para que ejerza este rol de forma permanente. En estos casos sí podrían llegar a sustituir personal, sin embargo, la inteligencia artificial aún tiene que evolucionar, porque los resultados que arrojan los chatbots son automáticos y limitados. Con frecuencia se leen o escuchan frases como “deseas contactarte con un asistente”, ya que no están programados para que mantengan un diálogo estable con el cliente.

Hoy en día es difícil asegurar que estas tecnologías supriman plazas laborales. El tiempo se encargará de dar una respuesta certera.

¿En los próximos 10 años tendrán mayor impacto?
Existirán más aplicaciones de interacción que fortalecerán la comunicación. Esto favorecerá a algunos sectores sociales como la educación, comercio, medicina, entre otros.

También podrían ser utilizadas para interactuar con gente mayor, puesto que algunas personas de avanzada edad se sienten solas y estos dispositivos serían una opción de compañía.

Desarrollar tecnologías emocionales será un punto de encuentro entre los profesionales de la Psicología, Inteligencia Artificial y Robótica, porque tendrán el deber de crear nuevos inventos que aporten a la transformación mundial.

TOME NOTA
Para que la computación afectiva evolucione, se necesita combinar el mayor número de datos característicos de una persona.
EL DATO
En países como China, Japón y Estados Unidos, la inteligencia artificial tiene un desarrollo notable.
EXTRACTO
“Estas tecnologías dependen del nivel computacional. Mientras más avance la tecnología en este sentido, el software también se desarrollará”.