La otra cara de la cosmética y farmacéutica

EXPERTA. Shady Heredia Santos, coordinadora de campañas corporativas de PAE.

Millones de animales son utilizados para experimentos considerados como antiéticos y crueles.

Hablar del uso de animales para la experimentación de laboratorio, es adentrarse a un tema polémico que genera división de posturas. Cada cierto tiempo aparecen en redes sociales y medios de comunicación tradicional, múltiples peticiones que intentan crear conciencia, con el fin de acabar con esta práctica catalogada como “cruel”.
Un informe presentado por People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), quien es considerada la organización de derechos de los animales más grande del mundo, expone que cada año, al menos 100 millones de especies son asesinadas en laboratorios de Estados Unidos.
En los experimentos desarrollados se les obliga a inhalar vapores tóxicos, son inmovilizados en dispositivos de retención, les perforan agujeros en sus cráneos, les queman su piel y los ojos, entre otros procedimientos realizados para explicar clases de universidad o para fabricar nuevos fármacos, alimentos o cosméticos de belleza.
Ratones, ranas, perros, gatos, conejos, monos, peces, cerdos y pájaros, son algunos de las especies que son encerradas en jaulas y traumatizadas de diferentes maneras.
“Save Ralph” es una campaña audiovisual impulsada por The Humane Society of the United States, organización que promueve esfuerzos a favor del bienestar animal.
A través del video publicado en YouTube y otras plataformas, se pretende denunciar el uso de estos seres vivos en pruebas cosméticas. El cortometraje relata la historia Ralph, un conejo que durante toda su vida ha sido manipulado por humanos para llevar a cabo estudios de laboratorio sobre farmacéutica y producción de shampoos, labiales, etc.
Esto le ha originado consecuencias irreparables como afectaciones a su visión, audición e incluso la movilidad en la mitad del cuerpo.
La finalidad del video es crear conciencia y lograr que se tomen acciones inmediatas para que las especies dejen de ser parte de los experimentos. La campaña concluye con un mensaje referente a que “ningún animal debería sufrir y morir en nombre de la belleza”.
Frente a este escenario, grupos defensores aseguran que las alternativas que se pueden implementar son rápidas, eficaces y económicas, por lo que insisten en eliminar los procedimientos realizados por hábito y no por considerarse una fuente de información científica.
Dialogamos con Shady Heredia Santos, médico veterinario y coordinadora de campañas corporativas de Protección Animal Ecuador (PAE), quien nos habló sobre la problemática en torno a este tema.

¿Qué se logra determinar en las pruebas?
Los testeos realizados en cosmética son totalmente innecesarios y antiéticos. Los productos de belleza no son indispensables para la vida, por lo que han surgido múltiples críticas alrededor del mundo. En algunos lugares se realizan únicamente por normas de regulación y no por ser algo necesario.
Al hablar de animales de experimentación, se hace referencia a pruebas médicas, académicas y militares. En el caso de las militares, los utilizan para probar bombas, químicos y demás sustancias que sirven en las guerras.
Cabe mencionar que hay estudios que tuvieron resultados en animales, sin embargo, al probarse en humanos no generaron el mismo efecto, ya que no somos de la misma especie.

¿Está regulado en Ecuador?
Sí. Afortunadamente nuestro país tiene desde el 2017 una legislación que prohíbe el uso de animales en pruebas cosméticas. Ahora es necesaria la implementación de prohibiciones para impedir el ingreso de implementos que sean testeados de esta forma.
Este es un punto a favor porque las pruebas son extremadamente crueles, dolorosas y antiéticas. No es posible que se les quite la vida a millones de animales y que luego se descarten como basura.
¿Qué alternativas se pueden adoptar?
Con el avance de la tecnología se han desarrollado algunas alternativas como el cultivo celular o los modelos mediante simulaciones por computadora que son eficientes y económicos.
Considero que los voluntarios para probar medicinas podrían ser las mismas personas que sufren enfermedades y no tienen un tratamiento específico. Teniendo el consentimiento informado se puede hacer un estudio con mayor eficacia sobre cualquier trastorno en seres humanos.

¿Qué países no tienen una regulación?
En el caso de China, exige que los cosméticos que ingresen a su mercado deben ser testeados en animales, lo que provocó que muchas empresas mundiales procedan con esta práctica antiética, con el fin de comercializar en este país.
Hay entidades que lo hacen como parte de su control de calidad, no obstante, el panorama debería cambiar.

¿Crecerá, se mantendrá o disminuirá esta práctica?
No se sabe con exactitud qué pasará, sin embargo, gracias a los movimientos sociales se puede llegar con un mensaje hacia la población.
Multinacionales creen que no hay alternativas cuando sí las hay, por ello, es importante promocionarlas y acogerlas de forma inmediata.

TOME NOTA
Victoria´s Secret, Dolce&Gabbana, Johnson&Johnson, Giorgio Armani, L´oréal y Dior, son algunas marcas que testean en animales.
EL DATO
Según los Institutos Nacionales de la Salud, el 95% de los medicamentos demostrados como eficaces en animales, fracasan en humanos.
EXTRACTO
“Como sociedad debemos replantearnos el uso de animales en todas las actividades antiéticas”