INPC realizó inspección arqueológica en Pindal

PETROGRABADO. La piedra tenía la forma de un rostro humano

Encontraron un petrograbado, el cual registraron con la finalidad de determinar medidas para su conservación.

PINDAL. A pocos minutos del cantón Pindal, se encuentra la comunidad de El Carmen de Papalango, habitada por productores que se dedican a la agricultura. En esta zona, años atrás fue encontrado un petrograbado que despertó el interés de sus moradores y de la actual administración Municipal.
El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, Dirección Técnica Zonal 7, recibió la solicitud del Gobierno Autónomo Descentralizado de Pindal para visitar el lugar y hacer una inspección técnica arqueológica/paleontológica y tener un criterio profesional sobre el tema.
Efectivamente, el equipo de la Unidad de Arqueología, Paleontología y patrimonio subacuático del INPC llegó al lugar en compañía de un grupo de moradores, que son dueños de los terrenos donde se encuentra el hallazgo, y de los delegados del GAD de Pindal.
Virginia Balcázar, una joven de 17 años, expresó que la historia que le contó su abuelo, don Juan Cruz Cando Jumbo, fue que hace 40 años encontró la piedra, ante la sorpresa de todos, pues la zona estaba cubierta de cafetales. La piedra tenía la forma de un rostro humano. Desde entonces, permanece en lo alto en las faldas del cerro Misangocomo, un atractivo turístico familiar al cual llaman “La Calavera”.
El GAD Municipal al conocer de la piedra tan singular, decidió investigar más sobre su origen y dieron a conocer a la entidad rectora del patrimonio cultural como es el INPC. Entre las primeras conclusiones que se llegó durante la inspección es determinar que existe un gran potencial arqueológico en la zona por la presencia de alta densidad de afloramientos rocosos que hace presumir que podrían existir más petrograbados y para ellos se requiere de futuras investigaciones y estudios que lo precisen.
Se hizo hincapié entre la relación que puede vincular a las antiguas comunidades portadoras de las evidencias arqueológicas con los actuales habitantes de un sector y que, perviven en el ámbito intangible (costumbres, leyendas, etc.).
Finalmente, el INPC brindó al GAD de Pindal orientaciones técnicas ante la presencia de un valioso patrimonio cultural presente en la zona, como es el levantamiento de las manifestaciones intangibles presentes en la memoria oral de sus pobladores. Es el caso de Don Juan, morador de la zona, que, a más de conocer sobre el petrograbado, guarda en sus recuerdos la historia de Pindal y sus relaciones comerciales con la frontera peruana. La finalidad es que esta información no se pierda con la desaparición de sus mayores y pueda ser difundida a las nuevas generaciones como parte de su identidad.