La Intolerancia

El escritor y ensayista británico de origen indio Salman Rushdie no ha podido escapar de la sentencia que le fuera impuesta por el ayatolá Ruhollah Jomeini, quien emitiera una fetua, o edicto, que pedía la muerte de Rushdie, en 1988.

Tras la publicación de su novela “Los versos satánicos” por considerarla blasfema contra Alá el dios islámico; desde entonces, el autor ha vivido bajo la protección del gobierno británico, pero, hace pocos días, en el condado de Chautauqua, una localidad de cerca de 140.000 habitantes al oeste del Estado de Nueva York, Estados Unidos, un fiel del Islam, logró subirse a la tarima desde donde el escritor iba a dictar una conferencia y lo atacó a golpes y con un cuchillo logró provocarle heridas que atentaron contra su vida.

No era esta la única controversia que habría de afectar la vida de este autor, de 75 años, quién logró fama internacional con la novela Hijos de la medianoche, publicada en 1980, que le valió al año siguiente el Premio Booker, el más prestigioso del Reino Unido; pues, el libro fue repudiado en la India por supuestos comentarios despectivos hacia la entonces primera ministra del país, Indira Gandhi. Desde entonces su nombre siempre estuvo ligado al rechazo y al repudio de los hijos del medio y del lejano oriente.

“La misión del poeta es nombrar lo innombrable, denunciar el engaño, tomar partido, iniciar discusiones, dar forma al mundo e impedir que duerma”.
Salman Rushdie. Debe ser frustrante para cualquier artista ser más conocido por ser víctima de la intolerancia y el odio, antes que por el valor de su obra.
Salman Rushdie tiene a su haber una larga lista de novelas, todas, o casi todas, de enorme valor literario. A lo largo de su carrera ha sido galardonado con premios importantes; y, sin embargo, pocos no conocen ni siquiera el nombre de sus obras.

Su primera novela: Grimus salió a la luz en 1975, pero no tuvo gran impacto. Rushdie cree que se equivocó de método y la repudia como trabajo mal realizado.
Su siguiente obra, sin embargo, lo catapultaría a la fama. En 1980, lanzó la novela Hijos de la medianoche, una de las obras de ficción en inglés más importantes y conocidas del siglo XX, marcó un hito en la narrativa india en lengua inglesa y le valió el Premio Booker, el galardón literario más prestigioso del Reino Unido, en el año 1981. Esta obra es considerada por muchos como la mejor obra de Rushdie, y una de las grandes obras de la literatura universal. La novela narra la historia de un niño con poderes paranormales que nace en la medianoche del 15 de agosto de 1947, en el momento exacto de la independencia de India y Pakistán. El libro provocó una cierta controversia en la patria de su autor, por contener referencias consideradas despectivas hacia la entonces primera ministra Indira Gandhi.

Dos años después, se publicó Vergüenza (Shame). La novela se desarrolla en un país imaginario que coincide con Pakistán, en donde fue censurada por la crítica que presenta la novela al régimen fundamentalista y militar del general Muhammad Zia-ul-Haq, a Zulfikar Ali Bhutto y su hija Benazir Bhutto, primera ministra de Pakistán recién depuesta. En esta obra, ​ Rushdie muestra su rechazo a este país, que, según sus palabras, recuerda a la Roma de los césares, donde tiranos dementes se acostaban con sus hermanas y nombraban senadores a sus caballos y tocaban lira mientras la ciudad ardía”. ​

Pero sería su novela Los versos satánicos, aparecida en 1988,la obra que generó un gran revuelo cultural y político, que le valdría una condena a muerte en un edicto religioso, o fatwa, emitido por el ayatolá Ruhollah Jomeiní, La novela se desarrolla en Londres y toca el problema del racismo y en ella se mezcla la realidad y la ficción para cuestionar parámetros que se creen fijos e invariables, como las nociones del bien y el mal. La novela habla de una religión de la “Sumisión” con su profeta Muhammad, el arcángel Gibreel y otras similitudes con la historia del islam. Estos paralelismos trajeron consecuencias políticas y culturales sobre la obra y su autor

En 1990 publicó Harún y el mar de las historias (Haroun and the Sea of Stories), También en 1999 publicó El suelo bajo sus pies (The Ground beneath her Feet), 
Luego en el 2001, publica Furia. En 2005 salió a luz su octava novela para adultos, Shalimar el Payaso, a la que seguirían La encantadora de Florencia tres años después y, en 2010, la infantil Luka y el fuego de la vida.

“La misión del poeta es nombrar lo innombrable, denunciar el engaño, tomar partido, iniciar discusiones, dar forma al mundo e impedir que duerma”.
Salman Rushdie

En América Latina, Salman Rushdie, no es un autor conocido por sus obras literarias, a pesar de que los críticos comparan su estilo con el realismo mágico de Gabriel García Márquez y otros autores del Boom, debido a su imaginación desbordante. Él mismo ha reconocido en numerosas ocasiones sus importantes vínculos con la literatura latinoamericana. 

En 1987 publicó La sonrisa del jaguar, un libro de viajes sobre Nicaragua, país en el que se interesó debido a que Hope Portocarrero, mujer del dictador, se mudó a la misma calle donde vivía el narrador en Londres y durante algunas semanas tuvo que soportar las fiestas, las aceras ocupadas por los Rolls-Royce y numerosos personajes de la realeza que frecuentaban a Madame Somoza. Cuando la administración Reagan inició su ofensiva contra los sandinistas, Rushdie se interesó por el tema y en julio de 1986 permaneció durante tres semanas investigando la realidad del país centroamericano.

Su último libro se titula Quijote, publicado en el 2020, es una relectura de la obra de Cervantes que el autor adapta a la situación que vivía en ese momento Estados Unidos bajo el Gobierno de Donald Trump. Sobre esta obra, Rushdie declaró en una entrevista con EL PAÍS: “Cuando se celebró el cuarto centenario de las muertes de Cervantes y Shakespeare, es decir en el 2016, releí el Quijote y vi cómo surgían en mi cabeza pícaros a los que puse el nombre de los personajes inmortales de Cervantes. Para mí, esta novela es un poco lo que fue Hijos de la medianoche: una especie de compendio de todo lo que quiero ser y decir como artista”.

Hoy día, Salman Rushdie se halla recuperándose en un hospital de los Estados Unidos. Quizás medite sobre la amenaza que pesa sobre su vida, y considere que la intolerancia no puede ser medida ni minimizada. La ceguera política o religiosa transforma a los seres humanos en bestias llenas de violencia y rencor.

Ante la disyuntiva de sacar del mercado el libro, Rushdie supo decir: “es muy peligroso que grupos minoritarios acepten la limitación de la libertad de expresión”. Y agregó: “creo que el estudio de esta novela es importante (…) porque aquellos que olvidan el pasado están condenados a repetirlo”. A su vez, comparó este hecho con las controversias en los que se vieron en vueltos el Ulises, El amante de Lady Chatterley y Lolita, sin olvidar otros casos que ensombrecen la libertad de expresión.