Janet Merino: su carreta es testigo de su sacrificada labor

Janet Merino encontró en el emprendimiento, su verdadera vocación.
SACRIFICIO. Janet Merino encontró en el emprendimiento, su verdadera vocación.

Desde hace cinco años se dedica a la venta de mangos con sal, chifes, canguil. Recorre las calles céntricas de Loja.

Durante muchos años, el género femenino se dedicaba al cuidado de los hijos y esposo, así como a mantener al día todas las tareas que conlleva un hogar. Sin embargo, este rol ha cambiado en las décadas recientes, ya que cada vez son más las madres que deciden trabajar para sacar adelante a su familia, tal como lo hace Janet Merino, emprendedora de corazón.

Es originaria de la vecina provincia de Zamora Chinchipe, pero hace algunos años llegó con su familia a Loja, en búsqueda de nuevas oportunidades. Tiene cinco hijos, quienes son su mayor tesoro y motivación de vida.

Desde hace cinco años, Janet se dedica a su emprendimiento, el cual consiste en la venta de mangos con sal, chifes, platanitos, canguil, camotes, entre otras golosinas que deleitan el paladar de los transeúntes. Todos los días se levanta a las 04:00 para preparar los chifes y hacer el desayuno para sus hijos que aún están en la escuela y colegio. Asegura que gracias a la venta de estos productos ha obtenido recursos para aportar con el estudio de sus descendientes, además, ha colaborado económicamente con el resto de su familia, debido a que son personas de escasos recursos.

Ventas

Para comercializar sus aperitivos, la emprendedora utiliza una pequeña carreta que es testigo de su sacrificada labor. Una carreta que se ha convertido en su herramienta de confianza y con la que ha podido cristalizar varios proyectos familiares. Para trabajar, recorre a diario las calles céntricas de Loja, parque central y los exteriores de algunas instituciones educativas, pese a que las condiciones climáticas no siempre le son favorables.

Su horario de trabajo inicia a las 10:00 y culmina a las 18:00, de forma ininterrumpida. Menciona que algunos días debe empujar la carreta bajo el intenso sol o frío, pero sus ganas de superación y el amor de madre le llenan de valor.

La pandemia afectó a las ventas, no obstante, Janet continuó con la misma entrega y dedicación que la del primer día. Dice que en los últimos meses las ventas han mejorado, puesto que sus principales clientes son estudiantes de instituciones cercanas al centro de la urbe. Explica que de lunes a viernes obtienen un promedio de 35 dólares diarios, dinero que utiliza para comprar materia prima, alimentos, pago de arriendo, entre otros gastos del hogar.

Con respecto al Día de la Madre, manifiesta que durante la mañana del domingo sale a trabajar con total normalidad, sin embargo, ya en horas de la tarde, suele salir a comer con su esposo o compra comida para compartir en familia.

Finalmente, invita a las madres de escasos recursos a que emprendan en cualquier actividad, “ya que sí es posible salir adelante y no depender de otra persona. Espero que todas las mamitas pasen bonito este domingo, con mucha salud y vida”.

 

TOME NOTA

Los productos que más vende son los chifles con mayonesa.