Indignación en Loja por caso de maltrato de dos canes

SITUACIÓN. Material fotográfico difundido evidencia este caso de maltrato animal.

Organizaciones animalistas y ciudadanos alzan la voz contra el maltrato animal, exigiendo justicia y el cumplimiento de la ordenanza vigente.

El pasado 12 de enero de 2025, en redes sociales se expuso un caso que generó indignación. Un video y varias fotografías  mostraban la situación de dos perras mestizas que habrían sido atadas y privadas de una adecuada alimentación en una vivienda ubicada en Loja.

El caso fue expuesto por una ciudadana, que, en la noche del 11 de enero, se alarmó al escuchar golpes provenientes de una terraza cercana. Asomándose por su ventana, presenció un acto de crueldad que no pudo pasar por alto, ya que un hombre golpeaba a las dos perras con un palo.

Esta decisión de la ciudadana de documentar el hecho y compartirlo en redes sociales fue el primer paso para destapar un acto que, de otra manera, habría quedado oculto tras las paredes de aquella vivienda.

Intervención y respuestas iniciales

De acuerdo con la denunciante, intentaron ingresar al domicilio involucrado para verificar la situación, pero la persona responsable se negó rotundamente a permitir el acceso. Posteriormente, el 13 de enero, esta misma persona habría comunicado al Municipio de Loja que las mascotas habían sido trasladadas a Quito. Ante esta declaración, se le otorgó un plazo de tres días para presentar pruebas contundentes que respaldaran sus palabras. De no cumplir, un proceso legal sería iniciado en su contra.

El comisario de Ambiente y Minería del Municipio de Loja, Darío Córdova, confirmó que la investigación está en curso. Mediante contacto telemático, la persona infractora proporcionó evidencias preliminares de que los perros estarían en Quito. Sin embargo, las dudas persisten, y se ha solicitado la ubicación exacta para coordinar una inspección en colaboración con casas de acogida y organizaciones protectoras en la capital.

La autoridad destacó que garantizarán el debido proceso y actuarán conforme a la ley, e indicó que en caso de encontrarse irregularidades, aplicarán las sanciones correspondientes.

Un clamor en las calles

La indignación no fue únicamente digital. La tarde del 14 de enero, un grupo de ciudadanos y colectivos animalistas se congregó frente al Municipio de Loja en un plantón pacífico. Entre carteles con frases como “Ellos no tienen voz, pero nosotros sí” y “Que la ordenanza se cumpla”, los manifestantes exigieron acciones concretas y transparencia en el seguimiento del caso.

Dolores Yamunaqué, abogada de profesión y defensora de los derechos animales, tomó la palabra durante la manifestación. Recordó que el Código Orgánico Integral Penal (COIP) contempla sanciones para actos de maltrato animal. En particular, el artículo 249 establece que causar lesiones graves a un animal urbano puede conllevar penas privativas de libertad de dos a seis meses. Si estas acciones implican crueldad o tortura, la pena aumenta hasta un año.

“No podemos permitir que estos casos queden en la impunidad. Como sociedad, tenemos el deber de proteger a quienes no pueden defenderse”, expresó Yamunaqué, quien también se ofreció a brindar apoyo legal gratuito para garantizar que se haga justicia.

La ordenanza: un marco legal a prueba

La Ordenanza Nº 0030-2021, vigente en Loja, es una herramienta clave en este tipo de situaciones. Busca proteger a la fauna urbana, fomentar una cultura de paz y minimizar los impactos negativos que el maltrato animal puede tener en la salud pública y el entorno. Sin embargo, la efectividad de esta normativa depende de su aplicación rigurosa y de la colaboración ciudadana.

Los colectivos esperan que las autoridades actúen con celeridad y firmeza. La experiencia previa con otros casos similares genera esperanza, pero también pone en evidencia la necesidad de reforzar los mecanismos de denuncia y monitoreo.

Este caso de maltrato animal en Loja enciende las alarmas sobre la importancia de denunciar y actuar ante la crueldad hacia los animales. Más allá de la indignación, lo ocurrido plantea preguntas fundamentales que requieren respuestas.

Hasta ahora, los dos canes siguen siendo el centro de una lucha que trasciende su caso particular. Por tanto, colectivos invitan a la comunidad a denunciar cualquier forma de maltrato animal, promover el respeto hacia los derechos de los animales y exigir a las autoridades acciones concretas.

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