El Presidente Alfredo Baquerizo Moreno, el 29 de mayo de 1920, estatuyó la celebración del Día del Maestro Ecuatoriano el 13 de abril de cada año. Es una fecha simbólica de fulguraciones reflexivas en el quehacer profesional de los educadores. La elección específica de esta fecha no fue una simple cuestión de azar, o decisión aleatoria; se celebra al Maestro este día porque se conmemora el natalicio del gran escritor y educador Juan Montalvo, quien nació el 13 de abril de 1832.
Ha transcurrido más de un año desde que la pandemia originada por Covid-19 cambió nuestra cotidianidad. En medio de todo esto los educadores se han visto obligados a adaptar su metodología didáctica a las prestaciones que dan las circunstancias de distanciamiento. Los maestros tienen la enorme labor de encaminar a sus estudiantes hacia los senderos del deseo de aprendizaje y curiosidad, además de reforzar valores y cultura propia de nuestra sociedad.
Para exaltar la ardua labor de los educadores invitamos a recordar una anécdota del maestro Jorge Luis Borges. Una mañana de 1967 Borges estaba dando clases y de pronto irrumpió un muchacho en el aula, acaban de matar al Che Guevara, un ídolo entre los jóvenes. No sin brusquedad le informó que rendirían homenaje a Guevara y que, por lo tanto, se interrumpían las clases. “Hagan el homenaje después, faltará media hora para terminar”, contestó Borges. El estudiante, lleno de soberbia, le indicó: “No, tiene que ser ahora y usted se va”. No se necesitaba más para ponerlo furioso, y a los gritos le encaró: “No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio”. Recordemos que Borges tenía 68 años y no veía. “Vamos a cortar la luz”, amenazó el estudiante. “He tomado la precaución de ser ciego esperando este momento. Córtela”. Por supuesto, se quedó en el aula, habló a oscuras y los alumnos, impresionados, no se movieron de sus sitios.
Recordamos lo anterior para exaltar la incansable labor de los maestros, quienes, pese a las circunstancias, o, a veces, el propio rechazo de sus alumnos, no desisten ni un solo momento de su misión como educadores. ¡Loor al maestro en su día!