El artista lojano tiene más de 35 años de experiencia como artista, desempeñándose como pintor, muralista, ilustrador y diseñador gráfico.
Gerardo Vinicio León Coronel siempre supo que quería ser artista, pues desde muy joven descubrió distintas destrezas y sensibilidad propias del arte. Durante varios años se dedicó a impartir sus conocimientos a las futuras generaciones, sin embargo, su caminar tomó un rumbo distinto, llevándolo a abrir su propio taller, donde sus creaciones le brindan un refugio del ‘caos de la ciudad’.
“Cuando estaba en el colegio (Bernardo Valdivieso), mis amigos me pedían que les dibuje en sus chompas, camisetas o cuadernos, fue ahí que mi gusto por el arte incrementó. Se suma que mi familia tenía una pequeña capilla en Amable María y un día mi abuelo me pidió pintar sobre la vida de Jesús en ella”, comenta.
Estos dos acontecimientos marcaron un antes y después en la vida del artista. Su formación como profesional en la rama inició en la Universidad Técnica Particular de Loja, luego de haber transitado por distintas carreras, que no lograron llenarlo como el arte lo hacía.
A lo largo del tiempo pintó varias obras, por 25 años ejerció la docencia entre la UTPL, Universidad Nacional de Loja, Universidad Internacional del Ecuador, Colegio Daniel Álvarez Burneo y Colegio Santa Mariana de Jesús. También cuenta con la publicación de un Texto guía de Diseño Gráfico y un Texto gráfico: ‘Líneas y contornos religiosos’.
Actualmente, Gerardo tiene un estudio artístico donde ha desarrollado todas sus creaciones desde que inició la crisis sanitaria.
Su familia
El artista lojano tiene tres hijos de los que se siente muy orgulloso cada vez que los menciona: Ani, psicóloga clínica; David, estudiante de Economía y Daniel, estudiante de bachillerato. En conmemoración al Día del Padre, exaltamos la labor de Gerardo, quién nos contó cómo ha desarrollado su proyecto artístico y a su vez, cómo sus hijos han influido e inspirado sus obras.
¿Cómo se sintió el día en el que fue padre por primera vez?
Recuerdo que eran las seis de la tarde cuando mi hija nació y fue una cuestión muy emocionante, pero a su vez llena de responsabilidad, de aprender a ser padre. El matrimonio es una faceta, los hijos, otra muy distinta, cargada de emociones muy hermosas que nos conlleva a estar orgullosos de ser padres, a convivir y formar parte fundamental en su formación.
Recuerdo las malas noches, cuando aprendí a preparar su biberón, la primera vez en su escuelita y todas estas actividades que me han permitido crear lazos fuertes con ella. La llegada de David y Daniel también significó un reto inmenso porque todos han sido diferentes.
¿Cómo es su relación con sus hijos?
Muy buena y cercana. Nuestra relación es distinta, sobre todo por el trato, es decir, con mis hijos varones es un poco más seria, rigurosa, pero llena de amor. Con mi hija el trato es más dulce y somos más cercanos, con ella aprendí a ser papá y bueno, continúo en ese camino.
¿Cómo influyen sus hijos en su arte?
Creo que mi arte no ha influido mucho en ellos, porque ninguno se dibuja, pinta o algo por el estilo, pero ellos me han llenado de inspiración por lo que son y hacen. Los he pintado varias veces en cuadros que ahora mismo están por todo el país. Incluso se desempeñan como jueces de mi trabajo con sugerencias que valoro muchísimo.
¿Qué desea para sus hijos en el futuro?
Antes que nada, felicidad, yo estoy muy contento de apoyarlos en todo lo que los haga felices. Profesionalmente quiero verlos realizados.
¿Cómo le gustaría celebrar el Día del Padre?
En mi hogar lo celebramos siempre, somos muy unidos. Seguramente compartiremos llenos de risas, pláticas de todos los temas y mucho cariño.
EL DATO
En mayo de 2022, el artista restauró un mural que pintó en 1993, ubicado en el edificio de la comunidad ‘Siervas de Jesús’.
TOME NOTA
Las creaciones del artista se pueden observar en el blog ‘Gerardo León’: https://gerardoleonsite.wordpress.com/