Existen personas sin empleo y otros que ganan por debajo de los 400 dólares. La pobreza va en aumento.
El año 2020 concluye con serios problemas para las personas de bajos recursos económicos, quienes actualmente sobreviven con menos de un salario básico unificado del trabajador (400 dólares). Desde mediados de año, existe un ajuste considerable en los hogares, principalmente en compras de bienes, regalos en estas fechas e incluso de vestimenta.
Juan Carlos Ambuludí, es uno de los ciudadanos que hasta abril de 2019 trabajaba en una empresa local con un sueldo de 450 dólares, sin embargo, desde mayo tiene un nuevo contrato, realizado en la emergencia sanitaria, de 300 dólares. La disminución de los 150 dólares impide que cubra todos los gastos de comida, vestimenta y salud de sus cuatro hijos y esposa.
“Si antes, los 450 no nos alcanzaba, imagínese vivir con 300 dólares al mes, es preocupante lo que está pasando, apenas tenemos para la comida y eso a medias. Para la vestimenta y salud ya no alcanza, con el pasar de los días se empeora más la situación, al final tendremos que salir a pedir limosna”. En su caso ya por algunos meses no ha comprado ropa, tampoco usa el servicio de taxi, peor ha salido de viaje con su familia.
Según, Raúl Miranda, economista de la localidad, agregó que la pandemia no solo trajo la enfermedad sino también la pobreza. “La economía en el país técnicamente está quebrada, a parte de la pandemia, el problema también ha surgido por la mala administración de los gobiernos que únicamente en los 12 años se endeudaron. Ecuador no produce nada y todo viene de afuera, haciendo que se vuelva caro y más complejo vivir en este país”, dijo.
Es innegable que miles de familias dejaron de trabajar y otros están con sueldos de 150, 200 y 300 dólares al mes que únicamente abastece para comer a medias. Los más afectados son los pobres, quienes incluso no tienen ni acceso a créditos o beneficios que el Gobierno pueda aportar. Desde el punto de vista de la economía, las personas que tienen ciertos recursos deben pensar en un plan de ahorro inmediato para en lo posterior poder sobrevivir.
Ahora es importante gastar únicamente en lo vital y básico. “Ya no se puede estar cambiando cada vez de celular o ropa a la moda, salir de viaje y gastar considerablemente. Es hora del ahorro, únicamente cancelar los servicios de energía eléctrica, agua potable, internet y nada más”, alegó. Además aconsejó adquirir los productos como verduras y frutas locales que vienen de las parroquias rurales para que la economía se dinamice en Loja.
En los mercados y supermercados de la ciudad, las compras no disminuyen, la ciudadanía continúa adquiriendo los productos, pero ya en menor cantidad. “Por ejemplo, antes existían familias que compraban quintales de arroz ahora únicamente por arrobas, igual el azúcar ahora es en menor cantidad. El resto no ha variado, pero claro si antes compraban 60 y 80 dólares en cosas, ahora se limitan y gastan únicamente 30, 40 dólares en el mayor de los casos, sí se ve un ahorro”, agregó Jessy Castillo, propietaria del Comercial Jessy.