Eva Asensio, académica de la UNIR, ofreció una clase magistral sobre los entresijos de inteligencia artificial en el ámbito educativo, para un auditorio lleno de profesores y alumnos de la ESPE.
La inteligencia artificial (IA) ha permeado todas las áreas de nuestra vida, y la educación no es una excepción. «Es una herramienta poderosa que puede potenciar el aprendizaje de manera exponencial. Sin embargo, la IA sin la inteligencia humana (IH) no es nada». Así lo afirmó Eva Asensio del Arco, vicedecana de la Facultad de Empresa y Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), durante una conferencia magistral en la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE, en Sangolquí-Quito, ante un auditorio lleno de profesores y alumnos.
Asensio abordó «El potencial de la IA en la Educación Superior«, destacando cómo los sistemas informáticos y las combinaciones de algoritmos pueden realizar múltiples tareas educativas con gran eficiencia en un tiempo mínimo. Además, señaló los riesgos de su implementación: «Como comunidad educativa, debemos preocuparnos por cómo se aplica la IA en la Educación Superior». No obstante, despejó las dudas sobre el papel futuro de los docentes, asegurando que «seguiremos siendo imprescindibles; la IA no nos reemplazará».
Durante su exposición, recordó el papel de la IA desde la década de los 50 del siglo pasado, subrayando que, aunque no es nueva, la IA generativa ha capturado la atención actual y tendrá un gran impacto en los próximos cinco años. Ya es una realidad sobresaliente en la educación, proporcionando una personalización de contenidos mucho más rápida, ágil y flexible de lo que era posible anteriormente. «En UNIR, hemos detectado que podemos diseñar itinerarios personalizados de enseñanza a gran velocidad, lo que constituye una revolución», afirmó Asensio.
La IA también permite el análisis predictivo del rendimiento académico, alertando sobre el abandono escolar y facilitando el tratamiento personalizado al estudiante, lo que aumenta las tasas de éxito. «La IA ofrece herramientas para un aprendizaje autónomo guiado. Identifica áreas de dificultad o alto rendimiento en base a las actividades de los estudiantes y los entrena mediante ejercicios, adaptándose a su tasa de aciertos para proponer situaciones más complejas o simples», explicó.
Los beneficios son evidentes tanto para los estudiantes, que reciben un entrenamiento personalizado, como para los profesores, que obtienen claros avisos sobre el progreso académico de sus alumnos. Asensio también habló sobre el uso de asistentes virtuales en UNIR, como Súper Edu, un sistema de tutoría que ayuda a los estudiantes a resolver dudas surgidas durante las clases online y a recibir feedback completo sobre sus actividades. «Súper Edu opera en un entorno seguro de manejo de datos y controla sus posibles errores, proporcionando informes de sus acciones y reforzando la interacción entre profesores y estudiantes», añadió.
Un aspecto esencial que Asensio destacó es la gestión del tiempo. Los asistentes para trámites administrativos, evaluación y gestión de recursos pedagógicos permiten a los profesores identificar automáticamente errores y generar contenidos y materiales de alta calidad rápidamente, liberándoles tiempo para monitorizar mejor el progreso de los estudiantes.
Asensio también subrayó el rol insustituible del profesor en la evaluación y la necesidad de usar la IA de manera ética y responsable. Insistió en los riesgos relacionados con la privacidad y los datos personales y en la importancia de controlarlos. «Los algoritmos pueden perpetuar sesgos existentes, por lo que es esencial realizar auditorías para evitar que operen sin control. De ahí la importancia de establecer regulaciones», afirmó.
Además, mencionó otras amenazas, como el posible aumento de la brecha digital y la dependencia excesiva de la tecnología. Ante estos peligros, Asensio abogó por el pensamiento crítico y el papel del profesor como facilitador de habilidades blandas como la creatividad y la colaboración, que son intrínsecamente humanas. «Es fundamental discernir si lo que dice la IA es una ‘alucinación’, si es verídico o no tiene sentido», indicó.
Finalmente, Asensio resaltó la facilidad de uso de la IA, basada en el lenguaje natural, y cómo los estudiantes de disciplinas como Derecho, Ciencias Sociales y Humanidades pueden aprovecharla más que los de carreras técnicas como la ingeniería. Su charla se realizó en el marco de la jornada «Digitalización. Inteligencia artificial y liderazgo: los desafíos de los institutos tecnológicos del siglo XXI», organizada por UNIR y Senescyt en Quito, el 2 de julio.
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