Además de ser un acto religioso, la romería significa un impacto positivo para la economía de los lojanos, pues el evento acoge a miles de católicos de todo el Ecuador y otros países.
El turismo religioso en Ecuador congrega anualmente a miles de fieles que se movilizan en grupos desde diversas partes del país y del exterior, entre los que se destacan México, Colombia y Perú para visitar santuarios y en particular El Cisne.
Particularmente, con la llegada de agosto, el sur ecuatoriano se llena de un inmenso espíritu de fervor y devoción, pues inicia una de las peregrinaciones más grandes y antiguas del país: la de la Virgen del Cisne, que luego de dos años, finalmente se realiza en compañía de miles de fieles, mismos que han caminado más de 72 km desde El Cisne hasta la ciudad castellana.
Además de ser el evento religioso que más devotos acoge durante su desarrollo, la romería de la Virgen representa una gran actividad turística y reactivación económica para toda la provincia, especialmente para los sectores que forman parte del recorrido como: El Cisne, San Pedro de la Bendita, Catamayo y Loja.
Franks Obaco Carrión, presidente de la Cámara de Turismo de Loja, manifiesta que las expectativas para este 2022 son muy altas, pues tras la larga espera, se estima que una mayor cantidad de gente de la prevista se una a la gran celebración.
“La imagen de la Virgen del Cisne ha sido siempre sinónimo de una gran afluencia de romeriantes, no solo de Loja, sino del país entero, incluso de Perú. La economía tendrá una mejor oportunidad para reactivarse, especialmente en el sector del turismo, que como sabemos, ha sido uno de los más afectados desde que inició la crisis sanitaria”, agregó.
Para Mary Maldonado Encarnación, la llegada de ‘La Churonita’, como la llama con cariño desde pequeña debido a las enseñanzas de su madre, es una alegría inmensa, pues le llena de satisfacción ver cómo la gente continua con gran devoción.
Mary es propietaria de uno de los puestos del centro comercial ‘Reina del Cisne’, ‘La esquina del bizcochuelo’, que se dedica a la comercialización de dulces tradicionales como bocadillos, roscones, bizcochuelos y demás.
“Para el pueblo de Loja será una buena solución para que los negocios se activen y haya turismo y trabajo”, agregó la comerciante.
Recuerda que antes del coronavirus, el comercio era muy bueno y los turistas se llevaban consigo una gran imagen de Loja, de su gente, de su comida y sobre todo del esfuerzo que hay detrás de este gran evento.
Con ella coincide Eduardo Jiménez y Nancy Benavides, quienes comparten la inmensa alegría de acompañar presencialmente a la imagen cuando llegue a Loja, han esperado mucho tiempo y por ello están más que seguros que este acto religioso ha sido el más esperado del país.
“La Virgen mueve a grandes cantidades de personas, lo cual beneficia positivamente a nuestros amigos, familiares o vecinos que se dedican al comercio”, puntualizaron.
EL DATO
Antes del 2021, la Virgen del Cisne se consideraba la Patrona Nacional de Turismo en el país, según un Acuerdo Ministerial.