Cuatro niños con discapacidad en Loja fueron incluidos en la academia inclusiva de fútbol. Padres de familia hablan de inserción.
En la ciudad de Loja, cuatro personas con discapacidad entrenan fútbol en la primera academia inclusiva existente, que recibe y forma a niños y jóvenes que superan los obstáculos y demuestran sus fortalezas en el campo deportivo. Los entrenamientos son personalizados y están bajo profesionales de la rama.
Maritza Morquecho, presidenta de la Asociación de Padres con Síndrome de Down, expresó que su hijo tuvo sus inicios en el fútbol durante la pandemia, fue donde nació el deseo de practicar el juego, primero lo hizo en la sala de su casa, luego lo inscribió en la academia, donde se forma diariamente. Su docente cuenta con una amplia trayectoria, incluso tiene un hermano con discapacidad y eso le ayuda a entender mejor el juego a su hijo.
En Loja, este grupo prioritario antes no tenía acceso a un escenario deportivo, ahora la academia garantiza los derechos de los niños con discapacidad. “Mi hijo empezó solo acoplándose, pero poco a poco tiene acceso a una convivencia con el resto de chicos como una forma de involucrarle a la sociedad”, contó.
Ignacio Ludeña, director Deportivo y Formador de la Academia Blacio Fútbol Club, manifestó que el proyecto surgió como una academia diferente en la ciudad, donde buscan vincularla con todos los grupos sociales, sin dejar de lado a las personas con discapacidad. “La idea es incluir a todos, a pesar de sus capacidades especiales, los niños y jóvenes tienen los mismos derechos, pero por años han sido rezagados, por lo que decidimos prestarles un servicio inclusivo de forma igual sin discriminación”, dijo.
El proyecto según el director, arrancó desde diciembre de 2020, aunque ya tenía previsto abrirse antes, pero por la pandemia se retrasó algunos meses. “Arrancamos con proyectos pilotos, donde se tuvo la acogida de la ciudadanía, pero con el pasar de los días se inscribieron niños con síndrome de Down y Autismo, que hoy forman parte de la academia inclusiva. Acá no solo trabajamos en los entrenamientos formando futbolistas, sino también constituimos seres humanos”, reveló.
Aquí trabajan con niños de 4 a 7 años de edad, donde también entrena Josué, un niño de cinco años que tienen síndrome de Down, pero tiene las mismas capacidades que el resto con el manejo del balón. De igual forma, está el caso de Mateo de 13 años, quien también practica fútbol junto al grupo permanente de alumnos. Acá se suman dos niños más con autismo que igual juegan fútbol.
Los niños, cuando llegan por primera vez pasan por un proceso de adaptación, es decir, mediante trabajos personalizados para que el menor entienda la importancia de los ejercicios, implicaciones del entrenamiento físico, técnico, táctico, entre otros movimientos e implementos básicos. “La evolución de los chicos es buena, por ejemplo, Josué maneja el tema de los colores, uso de los implementos y entrenamientos. En Loja somos la única academia inclusiva, quienes deseen entrenar pueden comunicarse con Blacio Fútbol Club”, relató.
EL DATO
En Loja, la Academia Blacio Fútbol Club brinda el servicio de entrenamiento de personas con discapacidad.
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