La frontera sur sigue siendo el paso directo de migrantes. Solo en agosto se contabilizaron 200 personas.
Pese a estar cerrado el Puente Internacional de Macará, cientos de personas llegan hasta la frontera sur de la provincia de Loja, con el objetivo de cruzar hasta Perú. Familias enteras con bebés, niños y con maletas en mano, sin importar la pandemia del Covid-19, arriban caminando y en transporte interprovincial hasta Macará y Zapotillo.
Mariuxi Febre Paucar, jefa Política de Macará, manifestó que frente al problema de movilidad humana en el cantón, ha mantenido algunas reuniones con los representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, y llegaron al acuerdo de crear una base de datos de estas personas, con el ánimo de determinar cuántos ciudadanos transitan por la frontera.
Indicó que en Macará se torna difícil contabilizar a las personas por el alto número de pasos ilegales existentes. “Contamos con el apoyo de las Fuerzas Armadas en el control del Empalme como un primer filtro, y también se tiene el aporte de la Policía Nacional de migración y otras entidades como la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur)”, dijo. Por ejemplo, según las estadísticas, solo en el mes de agosto llegaron a la frontera más de 200 personas, todas provenientes de Venezuela.
Como Jefatura Política activó la Mesa Técnica Intersectorial, para cuando exista alguna notificación de la Policía de Migración sobre la existencia de personas en movilidad humana, proceder con el abordaje inmediato. “Muy aparte de lo legal, se les entrega un kit de bioseguridad, debido a la pandemia. De lo poco que hemos podido dialogar, el destino de estas personas es Perú y Chile, en su mayoría llegan del Carchi, vía terrestre, todos son de Venezuela”, relató.
En la última semana del mes de agosto, la cifra de personas disminuyó considerablemente, debido a los controles. La autoridad relató que la frontera es extensa, no solo el límite es con Macará, sino Zapotillo, Sozoranga y Calvas. “Son zonas que están a un paso de la frontera y ahora que el río está bajo facilita el paso, lo que se vuelve difícil controlar por la extensión territorial”, destacó.
James Jaramillo, teniente coronel de estado mayor de las Fuerzas Armadas de Macará, agregó que la misión es custodiar la frontera, en migración lo que hacen es apoyar a las instituciones del Estado que los requieran en el tema de seguridad. “No controlamos a los migrantes, pero sí vigilamos y prestamos nuestro contingente. Aquí hemos podido ver personas que llegan desde el norte, unos caminando, otros en vehículos informales y transporte público que cubren la ruta a Macará, Zapotillo y otros cantones”, señaló.
A decir de la autoridad, no está comprobado, pero al parecer habría personas del lugar que cobran para cruzarles la frontera por pasos ilegales desconocidos. “Cuando se conversa con ellos, lo primero que dicen es que van a Perú, pero de allí salen a Chile y otros países, pese a que el puente está cerrado, por eso aprovechan otros sitios para cruzar, incluso por el río. El flujo migratorio siempre ha sido alto, en pandemia no fue la excepción, aunque en los últimos días el porcentaje bajó considerablemente, y ya no hay presencia mayoritaria de personas”, relató.
EL DATO En agosto se contabilizaron cerca de 200 personas que llegaron a la frontera para pasar a Perú. TOME NOTA Al parecer, habría personas del sector que les ayudan a cruzar la zona de frontera.