Previo a su deceso, donó diez haciendas, siete casas y cuantioso dinero, a favor de las instituciones de beneficencia en Loja.
Uno de los mayores influyentes de la política ecuatoriana es Daniel Álvarez Burneo, nacido en la ciudad de Loja en 1878. Fue hijo de don Daniel Álvarez Sánchez, acaudalado comerciante, y de la señora Amalia Burneo, propietaria de grandes haciendas. El formar parte de una familia con poder adquisitivo lo convirtió en un importante empresario que nutrió su patrimonio en el sector agrícola.
Realizó sus estudios primarios en su tierra natal, mientras que cursó los secundarios en el colegio San Gabriel, en Quito.
Contrajo matrimonio con Amalia Eguiguren Escudero, con quien procreó un único hijo al que bautizaron como Daniel Álvarez Eguiguren.
Duros momentos
No todo fue fácil para el ilustre personaje, ya que tuvo que lidiar con la muerte de su esposa, hecho que marcó profundamente su vida. Luego, enfrentó el deceso de su hijo, quedándose solo a los 46 años. Pese a estos dolorosos golpes, nunca perdió su esencia, generosidad y franqueza.
Un 4 de agosto de 1936, su luz se apagó. Partió de este mundo dejando un innegable legado que da fe de su incesante trabajo en diferentes sectores.
Trayectoria laboral
La familia Álvarez Sánchez jugó un papel importante durante el proceso provincial de la Revolución Liberal, ya que algunos de sus miembros lucharon en los campos de batalla.
En el ámbito político, Daniel Álvarez se desempeñó como gobernador de la provincia de Loja en 1916, durante el gobierno de Baquerizo Moreno. Posteriormente, representó a Loja como diputado a la Asamblea Constituyente en los periodos 1928 -1929, convocada por el presidente provisional de la República, Isidro Ayora Cueva.
En el ámbito agrícola, dirigió su empresa agropecuaria, lo que requirió de su presencia diaria en las labores de campo; asimismo, era el encargado de llevar a cabo la contabilidad. Anualmente, visitaba sus haciendas ubicadas en diferentes cantones, con la finalidad de efectuar los rodeos y respectivas hierras (marcar al ganado para que sea identificado).
Motivado por el inquebrantable deseo de capacitarse en áreas afines a su actividad, viajó a varios países de América, con el objetivo de conocer nuevos procesos y técnicas de producción. Es en estos recorridos que descubrió el adelanto de la agricultura y la ganadería en Argentina, y la nueva agricultura chilena a base del cultivo de pinos y frutas.
Con estos antecedentes, Álvarez Burneo representó al hacendado que humanizó la relación entre el propietario (líder) y el trabajador (obrero). En sus extensas fincas compartía su mesa con los empleados, y nunca tuvo conflictos laborales.
Obra social
A lo largo de su vida, el recordado personaje acumuló una cuantiosa e innumerable fortuna. Antes de morir, tomó una admirable y sorprendente decisión que ubicó su nombre en la historia.
El 28 de julio de 1936, mediante testamento, hace la donación de todos sus bienes: diez haciendas, siete casas y dinero, a favor de las instituciones de beneficencia en Loja.
El 30 de junio de 1938, el Concejo y la Junta Administrativa fundan el Instituto de Artes e Industrias Daniel Álvarez Burneo. Sin embargo, no se concretó esta fundación. Luego, el 16 de junio de 1962, mediante Resolución Ministerial N.º 1391, se autoriza el funcionamiento del Instituto Técnico, Industrial y Agrícola Daniel Álvarez Burneo, e inicia labores en octubre de 1962, con dos bachilleratos técnicos en Carpintería y Agronomía, y con las especialidades de Mecánica, Carpintería y Agricultura.
En mayo de 1965, por gestiones de Monseñor Jorge Armijos, la comunidad religiosa española de Hermanos Maristas, bajo la dirección del Hermano Santiago Fernández García, arriba a Loja y se hace cargo de la Fundación Álvarez y del Instituto Técnico. El establecimiento contaba con 144 alumnos. Posteriormente, el 16 de noviembre de 1973, se coloca la primera piedra del coliseo cubierto de deportes del Instituto. Cabe destacar que, en 1971, la Asociación Marista Ecuatoriana (AME) también funda la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
Con este aporte, Daniel Álvarez Burneo se convirtió en un verdadero protagonista de la época antigua y moderna, ya que, gracias a su buena voluntad, cientos de estudiantes continúan formándose para la vida.
TOME NOTA Daniel Álvarez Burneo admiraba el progreso permanente de la gran industria norteamericana. EL DATO El Instituto tiene 58 años de labor educativa.