A más de un año de las restricciones sociales, los adolescentes anhelan volver a la normalidad.
La pandemia de la covid-19 no solo afecta a la salud de las personas, también causa graves daños psicológicos en los seres humanos. Los médicos, adultos mayores y jóvenes son el grupo social más afectado, puesto que el confinamiento y el desalentador panorama que atraviesan las redes de salud públicas y privadas, originan episodios de ansiedad, depresión y hasta posibles suicidios.
La situación de Ecuador no es ajena a la que enfrentan otros países. La acelerada propagación de las nuevas variantes de la covid-19 ha obligado a las autoridades a restringir ciertas libertades sociales, siendo la juventud el segmento que podría estar disconforme con esta decisión.
Un estudio efectuado por la Unicef demuestra que el aislamiento social sí podría terminar en depresión. Para realizar el análisis, la organización evaluó el comportamiento de 8.444 adolescentes y jóvenes comprendidos en edades de 13 a 29 años, pertenecientes a nueve países de Latinoamérica y el Caribe. Como resultado del sondeo, se pudo determinar que un 27% de los voluntarios sintió ansiedad, mientras que un 15% reportó cuadros depresivos, esto durante el mes de septiembre de 2020.
Frente a este desfavorable escenario, dialogamos con Sara Pozo Vintimilla, Psicóloga General por la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y Magíster en Neuropsicología, Inteligencias Múltiples y Mindfulness. Desde su conocimiento y experiencia laboral, la profesional de la salud mental aportó con información sustancial sobre este tema.
¿Cómo les afecta la pandemia a los jóvenes?
Los estragos del covid-19 no solo se dan a nivel físico, sino que también están presentes en el ámbito social. Desde que empezó la pandemia, los casos de personas que reciben asesoría por temas de ansiedad se han triplicado. Este problema puede provocar alusiones y depresión, asímismo, se logra determinar que su causante principal es el miedo que la población siente por el coronavirus, debido a que a diario se consume información procedente de medios digitales y tradiciones que ponen al ser humano en un estado de alerta.
Por otra parte, es importante conocer que el encierro tiene un impacto significativo a nivel cognitivo y en la forma de proyectar el futuro. Hoy en día, los jóvenes presentan esperanzas debilitadas con respecto a sus planes a largo plazo, ya que el encierro les limita muchas oportunidades, además, provoca que la tensión, nerviosismo y ansiedad se incremente en porcentajes elevados.
Hasta el mes de febrero tuve la oportunidad de trabajar como psicóloga con los estudiantes de bachillerato de un colegio de la ciudad. En esta experiencia laboral, pude comprobar que la mayoría de los adolescentes no planean su futuro, ya que únicamente 7 de 25 estudiantes tenían aspiraciones.
Con la pandemia se ha incrementado la soledad en los jóvenes, además, estos presentan incapacidad para manejar las emociones relacionadas con la ira, falta de sueño, entre otras.
Por otra parte, las personas que acuden a las consultas suelen llegar muy tristes. Este estado de ánimo les provoca un mal humor que afecta a su desempeño en el trabajo, estudio y/o a sus relaciones familiares o con amigos.
Es importante mencionar que, la mayoría de la juventud correspondiente a la “Generación Z” tienen un “Yo” muy elevado y se escuchan frases como: “yo quiero esto”, “Lo que yo quiero se hace”, “cuando yo quiera”. La pandemia sí les afectó porque no tienen la libertad para hacer lo que desean, sino que deben adaptarse a la situación que estamos viviendo.
¿Las redes sociales combaten el aburrimiento y el estrés?
Lo combate siempre y cuando se las sepa utilizar. La tecnología jugó un papel indispensable durante la pandemia porque nos permitió acceder a información de calidad, además, incentivó la interacción entre seres humanos, sin embargo, las redes sociales nos mantienen en una realidad alterna en la que dependemos de la aprobación de otras personas.
El porcentaje de afectación que tiene una persona es directamente proporcional a la cantidad de contenido que consume en redes sociales. Si un individuo accede a información motivacional y alentadora a través de plataformas digitales va a tener menos repercusiones psicológicas en comparación con aquella que visualiza contenido de influencers.
¿En pandemia, cómo puede la juventud invertir el tiempo de forma adecuada?
Es importante que los padres pregunten frecuentemente a sus hijos acerca de la cotidianidad. El diálogo es clave y se debe ofrecer un apoyo constante. También se puede practicar algún tipo de ejercicio y compartir tiempo en familia, con la finalidad de crear mayor cercanía y confianza.
¿En qué edad pueden generarse mayores crisis?
En el proceso evolutivo del ser humano, los 10 primeros años son claves porque permiten determinar algunas cuestiones relacionadas principalmente con el carácter. De los 10 a los 18 años es el periodo donde el adolescente pone en práctica todo lo que observó en su hogar. De los 18 años en adelante, los jóvenes comienzan a alimentarse de cosas que realmente les interesan y esto les permite cultivar nuevas experiencias.
No existe una edad específica en la que la psicología de los jóvenes puede verse afectada, por tanto, el enfoque que se le brinda a cada caso es diferente.
¿Qué rol cumple la academia?
Las instituciones educativas y los docentes cumplen con el rol más importante porque deben incentivar a los estudiantes para que asistan a las clases virtuales.
Con la llegada del coronavirus el modelo educativo a nivel mundial tuvo un cambio importante. Frente a este escenario, lo primero que debe hacer es crear un ambiente adecuado para el maestro, para el aula y para el alumno. Lo siguiente es buscar nuevas formas de motivación que alienten al estudiante, para ello, se pueden implementar recursos educativos más dinámicos e interactivos.
Asímismo, en fundamental que en el hogar se asigne un espacio óptimo para que los jóvenes puedan educarse. Los estudiantes no deberían recibir clases desde la cama, acostados o con pijama; se debe identificar un sitio cómodo y bien iluminado que fortifique su proceso de aprendizaje.
¿En qué momento los padres tendrían que pedir ayuda profesional?
Uno de los primeros síntomas es el aislamiento social de los hijos. Otro signo de alerta está relacionado con la modificación de sus hábitos de alimentación, para dormir, estados de ánimos. Además, es importante que el padre de familia mantenga una constante comunicación con las instituciones educativas con el fin de conocer el rendimiento académico de su representado.
TOME NOTA
Sara Pozo tiene una cuenta en Instagram @medicina_paralacabeza donde comparte información sobre el amor propio.
EL DATO
A partir de los 18 años, las personas adquieren comportamientos que les impulsan a seguir un objetivo.
EXTRACTO
“El contenido que consumimos cambia nuestra forma de pensar, nuestra forma de pensar cambia nuestra forma de sentir, nuestra forma de sentir cambia nuestra forma de actuar”.