Barrer la casa

PERSONAJE. El doctor Pedro Velasco Espinosa expone su comentario.

A pocos días del cambio de mando en Carondelet, el Doctor Pedro Velasco expone lo siguiente:

 

No hay inquilino que, antes de ocupar la casa, no realice una buena barrida de la misma. Con mayor razón, si conoce que los ocupantes anteriores eran personas de mal vivir, de malas costumbres. Las comunidades asentadas en la serranía, tienen un rito purificador de cuerpos y almas, que llaman “limpia”, con el objetivo de alejar las malas energías, el espanto, el mal de ojo, el estrés y otros malestares.

El Presidente Lasso va a recibir, no sólo un cuerpo social en harapos, sino la gran casa de la Nación en absoluto desorden y desaseo, además de un frondoso, inútil e inoperante aparato estatal, que casi nada hace y estorba toda iniciativa.

Consejos, secretarías, asesorías, entidades íntegras creadas como instrumentos para el saqueo de los fondos públicos, el deleite de poder de los agnados y cognados del asqueroso sátrapa que afrentó a la Patria por diez nefastos años.

Con sustento en el mamotreto jurídico llamado “Constitución de Montecristi”, el déspota abarcó todas las Funciones del Estado para mejor mandar y saquear.

Existen, por ejemplo, ese engendro denominado Función de Transparencia y Control Social, cuyos brazos ejecutores son el abominable Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y la deplorable Defensoría del Pueblo. Se crearon la Superintendencia de Control del Poder del Mercado y la Superintendencia de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo, nidos de vagos “sin oficio ni beneficio”. Por allí pajareó ese borrego apellidado Cordero.

Las llamadas Secretarías Nacionales: SENESCYT, SNAP, SENPLADES, SNGP, CNI., los Ministerios Coordinadores y cuerpos colegiados, tales como la Comisión de Verificación y Calificación de Héroes y Heroínas Nacionales, el Consejo Nacional de Desarrollo Sustentable, la Comisión Ejecutiva del Programa de Descontaminación Metálica, el Comité para el Otorgamiento de Reconocimientos Públicos del Estado, el Comité Interinstitucional para la Prevención Integral del Fenómeno Socioeconómico de las Drogas y de Regulación y Control, la Empresa Pública Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento.

Laberintos, tanto de palabras como de papeleos. La más ridícula y absolutamente inservible: la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas.

Se idearon los llamados Consejos Nacionales, cada uno más disparatado que el otro, para: la Igualdad de Género, la Igualdad de Pueblos y Nacionalidades, la Igualdad Intergeneracional, la Igualdad de Movilidad Humana, hasta llegar al sarcasmo de llamar a otro “Para la Igualdad de Discapacidades”. Institutos Superiores, antros de despilfarro, dirigidos por los españoles del grupo Podemos, venezolanos y cubanos, que anidan en el Instituto de Altos Estudios Nacionales, las universidades Yachay, Ikiam y de las Artes, por citar las más conocidas.

¡Hay que barrer la gran Casa!, señor Presidente Lasso. Está infestada de ratas, ratones y rateros. Hágase la pegadura de hacerlas de “Flautista de Hamelín”.