Aspectos sociales y naturales afectan a la seguridad alimentaria y nutricional

Aspectos sociales y naturales afectan a la seguridad alimentaria y nutricional
Alimentación: La seguridad alimentaria se involucra a nivel global, Foto: UTPL.

El cambio climático, escasez de agua, la degradación de suelos, el calentamiento global y sobre todo, la urbanización afectan directamente al proceso de garantía de los alimentos. 

La seguridad alimentaria es de primordial importancia para la humanidad porque está en riesgo de deteriorarse con el paso del tiempo y de las circunstancias. Existen algunos factores como por ejemplo, que muchas personas no tienen acceso físico y económico a los alimentos.

Otros factores como  la degradación de suelos, la escasez de agua, el cambio climático, el calentamiento global y sobretodo un factor implícito en la sociedad, la urbanización acelerada, situación que en muchos países continúa en aumento y fenómeno que en paralelo provoca daños al medio ambiente, destrucción de ecosistemas, hambre y disminución de la calidad de vida. “Cada vez más las zonas rurales y urbanas son espacios menos separados por derecho propio”. LONU 2023.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la subalimentación en América Latina y el Caribe consta de la siguiente manera: Venezuela en el primer lugar con un 22.9%, seguido de Nicaragua con un 18.6%, en la tercera casilla Guatemala con un 16% y en cuarto lugar, Ecuador con un 15.4%. Ante estas estadísticas, Luis Rojas especialista en Economía Agroalimentaria y Medio Ambiente e investigador del Grupo Economía de Recursos Naturales, Agricultura y Medio Ambiente de la UTPL indica que,  para que exista seguridad alimentaria se deben cumplir cuatro dimensiones: la disponibilidad, el acceso, la utilización y la estabilidad.

“La disponibilidad tiene que ver con la oferta de alimentos y se la consigue con la producción agrícola local y nacional y con la importación de alimentos. El acceso tiene que ver con los recursos disponibles que cuenta la población para adquirir los alimentos. La utilización tiene que ver con la calidad de alimentos que consumen las familias en su dieta diaria. La estabilidad se refiere a la capacidad de contar alimentos inocuos de forma sostenible”. Explicó Rojas.

Rojas además recalca que, según un informe publicado por la FAO el año 2023 calcula que en los últimos 30 años se ha perdido una producción agrícola y ganadera por valor de 3,8 billones de USD debido principalmente a desastres naturales. Esto sin duda pone en riesgo la seguridad alimentaria. Para el año 2022 entre 691 y 783 millones de personas pasaban hambre en todo el mundo, siendo las más afectadas Asia Occidental, el Caribe y todas las regiones de África.

La realidad de nuestro país en cuanto a la seguridad alimentaria es preocupante, según otro informe de la FAO, 6,6 millones de ecuatorianos no tienen facilidades para la adquisición de alimentos. De este grupo, lo sufren de forma moderada 4,3 millones de personas y de forma severa 2,3 millones. Estos datos posicionan al Ecuador como el tercer país con mayor inseguridad alimentaria después de Argentina y Perú.

Es importante recalcar que,  ante algunas acciones estructurales implementadas por el gobierno ecuatoriano han dado resultado, pero se debe considerar mejorarlas integralmente. A pesar de todo, estas políticas han marcado la pauta para el despliegue de un plan estratégico que contempla campañas de concientización y abordaje de la problemática dirigidas a los responsables de la salud y la educación para recalcar la importancia de atender de forma prioritaria la seguridad alimentaria de la población.

Para solucionar el tema de la inseguridad alimentaria, existen varias herramientas, una de estas, la política o las organizaciones. Para lo cual, se ha clasificado seis puntos claves, como son: Programas de alimentación escolar: donde el objetivo principal es proveer comidas nutritivas a los estudiantes para mejorar su salud y rendimiento académico. Otro punto considerable es el Desarrollo rural y acceso a servicios e infraestructura rural: que trata de velar y mejorar caminos, almacenamiento y acceso a mercados para los agricultores, acceso a crédito y seguros agrícolas, facilitar financiamiento y protección contra riesgos climáticos y de mercado.  Los cuatro puntos más a considerar son: Subsidios y apoyos directos, gobernanza y coordinación intersectorial, fortalecimiento a la agricultura local y una gobernanza y coordinación intersectorial.

Kruzkaya Ordóñez González

Luis Rojas

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