Son el sector más prioritario, no pueden realizar sus actividades regulares. El encierro les provoca desesperación y ansias.
Sin duda alguna, los adultos mayores es el grupo más afectado por la pandemia del covid-19 no solo por ser más vulnerables al virus, sino también por las serias consecuencias que ocasiona el confinamiento, tras la declaratoria de los estados de excepción en el país. En la provincia, algunos se han acostumbrado a estar dentro de casa, otros desesperados y con ansias esperan salir a la calle a sus actividades cotidianas.
María de las Nieves Vidal, representante de los adultos mayores en el Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos y parte del Consejo Defensores de los Derechos Humanos y de la Naturaleza de la Defensoría del Pueblo, manifestó que en este tema es importante analizar al menos tres grupos de adultos mayores: los productivos; quienes se valen por sí mismos; y, quienes necesitan de cuidados permanentes, todos estos están sufriendo y padeciendo por la magnitud de la pandemia del covid-19. En el cantón Loja, el 13% de estas personas viven solas.
En las personas activas, el encierro produce una fuerte depresión que acarrea a problemas de pareja como: roces, enfrentamientos, pleitos y un desbalance matrimonial. En el otro grupo, pese a no ser ciudadanos activos, pero realizaban sus actividades como salir al parque, a la farmacia, tienda y otros lugares, también padecen de un fuerte desánimo que hace que baje la calidad de vida, y se agudizan ciertas enfermedades que quizá antes no eran tan visibles, porque estaban en constante actividad diaria. Finalmente, en el tercer grupo de personas quienes están a cargo de cuidadores o familiares, se torna difícil que puedan ser trasladados a terapias o consultas médicas en los hospitales.
En conclusión, la calidad de vida de todos los adultos mayores se ha vuelto vulnerada por la pandemia y sin recursos para reponerse. Las personas que semanalmente tenían terapias o quienes salían a recibir medicamento no lo hacen y cada vez el riesgo de vida es mayor, no solo por la pandemia sino por sus consecuencias.
Por su lado, Aranzazu Cisneros, psicogerontóloga, agregó que el aislamiento al que se han visto obligados, como una de las opciones para no contagiarse, también trae serios problemas como la depresión, ansiedad y la falta de contacto con sus familiares, afectando a la parte afectiva y emocional.
“En nuestra sociedad sin pandemia el adulto mayor ya no formaba parte de la dinámica activa por la falta de espacios, no se diga ahora donde la situación es diferente y se ha tenido que proteger más por ser un sector vulnerable. Antes tenían contacto con sus familiares, paseo con sus amistades y reuniones frecuentes, en este tiempo ya no”, alegó.
Hay grupos de personas que han optado por las redes sociales para estar en contacto con sus allegados, pero otros que por su avanzada edad no tienen acceso, conllevando a serios problemas de aislamiento. El trabajo profesional de las personas de salud mental ha sido duro en estos momentos, porque no es lo mismo lo presencial con lo telemático para llegar con las terapias.
Algunos tienen acceso a estos servicios, otros no porque simplemente no cuentan con recursos. Quienes han accedido a la ayuda profesional han recibido terapias de ayuda emocional, pero virtualmente, en la mayoría se observa un deterioro cognitivo. “Ahora las sesiones vía online no nos da la cercanía y proximidad para cumplir un mejor trabajo, pero se ha ayudado en mucho en la parte emocional. Como profesionales damos estrategias para que no haya soledad en las personas y estén mejor emocionalmente”, finalizó.
EL DATO
El 23% de los jubilados de la ciudad de Loja tienen seguridad social en el IESS, el resto no. Gran parte de la población no tiene ayuda.
TOME NOTA
En los adultos mayores se recomienda identificar su estado emocional o afectivo.