Adicción a los videojuegos, una enfermedad mental

Adicción a los videojuegos, una enfermedad mental
ADICCIÓN. Según la OMS, el consumo indebido de videojuegos origina desórdenes mentales.

Los gamers desatienden sus actividades académicas, laborares y familiares; incluso, puede originarles la muerte.

Un videojuego es un entorno interactivo orientado al entretenimiento. A través de ciertos mandos o controles, permite simular experiencias en la pantalla de un televisor, computadora u otro dispositivo digital. Son cada vez más populares entre la población joven, sin embargo, con la pandemia de la COVID-19, su consumo también incrementó en adultos. Desde que empezaron a expandirse a principios de la década de los 70, los videojuegos han evolucionado de tal manera que están al alcance de todos.

El uso compulsivo de estas aplicaciones ha generado adicción social, donde el individuo es incapaz de controlarse. Su único fin es jugar irremediablemente durante muchas horas, sin importar las actividades académicas, familiares, laborales. Frente a este panorama, expertos califican al consumo irresponsable de videojuegos como una droga que ataca principalmente a la psicología humana.

En la mayoría de los casos, el gamer (como se conoce a un jugador), no reconoce su adicción, ya que este ámbito se ha ‘profesionalizado’ alrededor del mundo, con la creación de campeonatos inspirados en determinados videojuegos. Según la herramienta digital Clupik, algunos de los campeonatos más importantes a nivel global son: Campeonato mundial de League of Legends, Copa Mundial de Fornite, PUBG Campeonato Mundial y Call of Duty World League.

PROFESIONAL. Gabriela Romero, psicóloga general.

Enfermedad mental

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el pasado 11 de febrero de 2022 la nueva lista de enfermedades reconocidas por el organismo, y por primera vez incluyó a la adicción a los videojuegos en el apartado de desórdenes mentales.

La undécima Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (ICD-11), que es utilizada por los profesionales de la salud para estandarizar su labor, codifica 1,6 millones de casos clínicos, y es la primera revisión de la lista en 30 años, por lo que la anterior pertenece a un tiempo en el que este trastorno apenas existía.

La OMS busca con esta inclusión mejorar las estadísticas sobre adicción a los videojuegos en el planeta, puesto que antes de esta estandarización, los estudios han ofrecido cifras enormemente variables sobre la prevalencia de este trastorno, que oscilan desde el 1 % de la población hasta incluso el 50 % (en Asia).

Según señaló el pasado año el jefe del equipo de la OMS que recopiló la lista, Robert Jakob, signos como no poder parar de jugar en internet o con una consola, desatender las amistades o el trabajo a causa de ello, en periodos superiores a un año, pueden ser síntomas de esta adicción.

La inclusión de este trastorno por parte de la OMS no estuvo exenta de polémica, y la industria de los videojuegos protestó contra ello, argumentando que no había bases sólidas para considerar esta adicción como una enfermedad mental (EFE).

Gabriela Romero, especialista en Orientación y Educación Familiar, manifiesta que la adicción se produce porque el cerebro humano busca alivio y relajación mediante el consumo excesivo de determinados productos o sustancias. Esto origina conflictos personales que afectan al responsable y a su familia, principalmente.

En entrevista con diario La Hora, explica que el acceso a videojuegos y a otras aplicaciones digitales creció durante la pandemia, puesto que la población sintió mayor necesidad de conectarse con el resto del mundo.

¿Cómo prevenir?

Es importante que los padres sean muy perceptivos con el comportamiento de sus hijos. Se debe controlar el acceso a ciertas aplicaciones y videojuegos que no son permitidos para un menor de edad, además, es necesario establecer horarios para cumplir con las actividades cotidianas, incluidas las de entretenimiento.

CONTROL. Es importante que los padres controlen los horarios y tipo de videojuegos que consumen sus hijos.

Así como hay videojuegos dañinos, también hay aquellos que han sido desarrollados para el consumo familiar. Considero que podemos sacar provecho a estos entornos interactivos, siempre y cuando seamos responsables con lo que vemos.

Para prevenir, también se puede impedir que los jóvenes compren nuevos juegos hasta que se aburran de los que tienen. De igual manera, se debe fomentar otras actividades como salir a caminar, leer, preparar recetas.

¿Pueden adoptar comportamientos que los conduzcan al suicidio?

Efectivamente. Además de tener dificultad para relacionarse con la familia y amigos, también pueden sufrir cuadros de depresión y ansiedad. Al sentir estas emociones, puede que los gamers adictos tengan ideas suicidas.

La información que llega a su cerebro influye en la forma de percibir la realidad, y por consecuente, en la toma de decisiones. Los videojuegos con temáticas violentas pueden influir en su comportamiento y volverlos agresivos, incluso, hay casos reales de jóvenes que han cometido graves errores, impulsados por este factor.

 

TOME NOTA

LA OMS también incluye a los juegos de azar como una adicción.

EL DATO

Las personas adictas dedican cuatro horas diarias o más a los videojuegos.

EXTRACTO

“En los hogares se debe tener bastante cuidado con el tipo de información que reciben los chicos mediante aparatos electrónicos” – Gabriela Romero

 

PIES DE FOTO

CONTROL. Es importante que los padres controlen los horarios y tipo de videojuegos que consumen sus hijos.