La 10 de Agosto, calle de informales

La 10 de agosto que cruza a Quito de norte hasta el centro, desde el Intercambiador de Carcel hasta el Banco Central, corresponde a la avenida m comercial del Distrito Metropolitano.

Las historias y andotas de las cientos de personas que trabajan a lo largo de esta arteria son innumerables y muchas suenan repetitivas, pero cada d es una nueva experiencia para los vendedores de golosinas, accesorios y novedades.

La avenida puede ser recorrida en bus, trole, carro o a pie. Se puede conocer el contraste de la ciudad. Al norte desde Carcel las fricas, empresas y dem hasta la altura de El Labrador.

De El Labrador hasta Santa Clara el comercio ree a cientos de personas en la mana. Ellas se dirigen a sus oficinas, abren sus negocios o se van a las dependencias plicas a realizar sus trites.

Variedad

Es a la altura del conocido «Puente del Guambra», en la calle Portoviejo hasta la Brice en la parada Banco Central del Troleb que alrededor de 100 comerciantes informales expenden sus productos.

Los locales de productos coreanos, chinos y mercader en general con «bajos costos» hace que cientos de personas se den cita diariamente en el lugar. Los comerciantes que unos a otros se «soplan» de la presencia de la Polic Metropolitana transitan o ya tienen sus puestos fijos.

Muchos de los vendedores que por seguridad prefieren no mencionar sus nombres no pertenecen a ninguna asociaci y peor a tienen una afiliaci de salud. Los comerciantes seg la temporada y las novedades expenden sus artulos.

La venta informal es el modo de subsistencia de muchos quites y no quites. Flor Mar trabaja repartiendo volantes en el sector, desde hace un a, prefiere mantenerse vigilante para evitar que a ella y a su madre, que vende frutas, se les lleven la mercader los municipales.

Como ellas el mismo temor tienen vendedores de golosinas, correas, loter, candados, «cebiches de balde», medias, maquillajes, aretes, juegos para nis y una interminable cantidad de productos, necesarios o simplemente curiosos.

Inseguridad

Otra situaci es la que atraviesan los vendedores y transetes a la altura de la Caja del Seguro, quienes tras la parada El Ejido, comercializan carteras, llaves, alfileres, cargadores de celulares y dem artulos. El callej resultante se comparte con los peatones.

En este espacio de 12 metros de largo por 3 de ancho, se extiende de forma paralela siete puestos y tres personas con discapacidades que trabajan en el lugar. El problema para los vendedores y peatones que se dirigen a la Caja del Seguro o transitan por el lugar es la inseguridad.

A diario se cometen y comentan los robos que se producen sin control, debido a la falta de control policial y el exceso de gente, producto de las ventas, la cercan de una parada del trole y las colas de las personas que van al Seguro.

Los artulos robados por «hiles» delincuentes son billeteras, carteras, celulares, aretes y dem objetos, que muchas veces «no les son iles y dan la imagen de los comerciantes», comentMartha quien vende alfileres en el lugar.

Martha concluyque «no hay otro lugar para trabajar, la soluci no es la reubicaci». «Se debern buscar alternativas para mantener controlada la ciudad e impedir que se atente contra la seguridad de las personas».(JCH)