Los tamales navideños cautivan con su sazón única

TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.
TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.
TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.
TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.
TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.
TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.
TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.
TRADICIÓN. El bocadillo viene envuelto en una hoja de achira para conservar su sabor.

Redacción IBARRA

Las épocas de pasar en familia y compartir con los amigos se dan todo el año. Sin embargo, hay una fecha especial donde esto gana más fuerza. Es la Navidad. Y para pasar estos momentos amenos con los seres queridos, la gastronomía es un vínculo de unión.

En la ‘Ciudad Blanca’, por ejemplo, los tamales navideños son un plato tradicional que se sirve en las mesas de las familias ibarreñas.

Laura Velázquez tiene 75 años y administra el local ‘Gastronomía artesanal doña Fabiolita, comida saludable’. Ahí ella prepara estos bocaditos, que llevan el nombre característico porque se los prepara en los últimos días del año. “Yo le dejé el nombre porque en esta época de diciembre salen gran cantidad de pedidos. Entonces, yo le puse el tamal navideño”.

El tamal cuesta 1 dólar, pero cuando llevan al por mayor se los deja hasta en 0,70 centavos. Además, para comerlo, este plato típico viene envuelto en una hoja de achira y se lo puede acompañar con chocolate, agua aromática, café normal o destilado.

Tradición familiar

Doña Laura dice que, en su caso, realizar este platillo es de herencia familiar. Cuando tenía siete años de edad, su abuela preparaba pailas de tamales. Ahí la pequeña ayudaba limpiando las hojas o la cebolla. Y al percatarse que había bastante venta, se dijo que cuando sea grande iba también a cocinar tamales. Y así fue.

Después de que falleció su abuelita, la madre de Laura siguió con el negocio. En esa época, recuerda, se cocinaba en leña y se aplastaba en una batea la masa. Y cuando falleció su madre, siguió ella preparando el plato. “Ahora mis hijas siguen también la tradición”, comenta Velázquez.

Preparación

Para cocinar un tamal navideño se debe preparar la masa con harina de maíz, en crudo. Para ello, primero se la cocina con caldo de la gallina, se le hace bolitas, se vuelve a cocinar y se lo aplasta con manteca y panela. Esta última parte es la más difícil, dice Laura, porque la masa esta hirviendo. Finalmente, se le da forma y se la envuelve en la hoja de achira.

Cuando está lista, se la oferta al público en diversos locales del centro de Ibarra y en los mercados Santo Domingo y Amazonas.

“Desde noviembre se ofrece el tamal navideño. Estas ventas son hasta la última semana de enero. De ahí sale de a poco”, dice Velázquez. (PTEG)

Redacción IBARRA

Las épocas de pasar en familia y compartir con los amigos se dan todo el año. Sin embargo, hay una fecha especial donde esto gana más fuerza. Es la Navidad. Y para pasar estos momentos amenos con los seres queridos, la gastronomía es un vínculo de unión.

En la ‘Ciudad Blanca’, por ejemplo, los tamales navideños son un plato tradicional que se sirve en las mesas de las familias ibarreñas.

Laura Velázquez tiene 75 años y administra el local ‘Gastronomía artesanal doña Fabiolita, comida saludable’. Ahí ella prepara estos bocaditos, que llevan el nombre característico porque se los prepara en los últimos días del año. “Yo le dejé el nombre porque en esta época de diciembre salen gran cantidad de pedidos. Entonces, yo le puse el tamal navideño”.

El tamal cuesta 1 dólar, pero cuando llevan al por mayor se los deja hasta en 0,70 centavos. Además, para comerlo, este plato típico viene envuelto en una hoja de achira y se lo puede acompañar con chocolate, agua aromática, café normal o destilado.

Tradición familiar

Doña Laura dice que, en su caso, realizar este platillo es de herencia familiar. Cuando tenía siete años de edad, su abuela preparaba pailas de tamales. Ahí la pequeña ayudaba limpiando las hojas o la cebolla. Y al percatarse que había bastante venta, se dijo que cuando sea grande iba también a cocinar tamales. Y así fue.

Después de que falleció su abuelita, la madre de Laura siguió con el negocio. En esa época, recuerda, se cocinaba en leña y se aplastaba en una batea la masa. Y cuando falleció su madre, siguió ella preparando el plato. “Ahora mis hijas siguen también la tradición”, comenta Velázquez.

Preparación

Para cocinar un tamal navideño se debe preparar la masa con harina de maíz, en crudo. Para ello, primero se la cocina con caldo de la gallina, se le hace bolitas, se vuelve a cocinar y se lo aplasta con manteca y panela. Esta última parte es la más difícil, dice Laura, porque la masa esta hirviendo. Finalmente, se le da forma y se la envuelve en la hoja de achira.

Cuando está lista, se la oferta al público en diversos locales del centro de Ibarra y en los mercados Santo Domingo y Amazonas.

“Desde noviembre se ofrece el tamal navideño. Estas ventas son hasta la última semana de enero. De ahí sale de a poco”, dice Velázquez. (PTEG)

Redacción IBARRA

Las épocas de pasar en familia y compartir con los amigos se dan todo el año. Sin embargo, hay una fecha especial donde esto gana más fuerza. Es la Navidad. Y para pasar estos momentos amenos con los seres queridos, la gastronomía es un vínculo de unión.

En la ‘Ciudad Blanca’, por ejemplo, los tamales navideños son un plato tradicional que se sirve en las mesas de las familias ibarreñas.

Laura Velázquez tiene 75 años y administra el local ‘Gastronomía artesanal doña Fabiolita, comida saludable’. Ahí ella prepara estos bocaditos, que llevan el nombre característico porque se los prepara en los últimos días del año. “Yo le dejé el nombre porque en esta época de diciembre salen gran cantidad de pedidos. Entonces, yo le puse el tamal navideño”.

El tamal cuesta 1 dólar, pero cuando llevan al por mayor se los deja hasta en 0,70 centavos. Además, para comerlo, este plato típico viene envuelto en una hoja de achira y se lo puede acompañar con chocolate, agua aromática, café normal o destilado.

Tradición familiar

Doña Laura dice que, en su caso, realizar este platillo es de herencia familiar. Cuando tenía siete años de edad, su abuela preparaba pailas de tamales. Ahí la pequeña ayudaba limpiando las hojas o la cebolla. Y al percatarse que había bastante venta, se dijo que cuando sea grande iba también a cocinar tamales. Y así fue.

Después de que falleció su abuelita, la madre de Laura siguió con el negocio. En esa época, recuerda, se cocinaba en leña y se aplastaba en una batea la masa. Y cuando falleció su madre, siguió ella preparando el plato. “Ahora mis hijas siguen también la tradición”, comenta Velázquez.

Preparación

Para cocinar un tamal navideño se debe preparar la masa con harina de maíz, en crudo. Para ello, primero se la cocina con caldo de la gallina, se le hace bolitas, se vuelve a cocinar y se lo aplasta con manteca y panela. Esta última parte es la más difícil, dice Laura, porque la masa esta hirviendo. Finalmente, se le da forma y se la envuelve en la hoja de achira.

Cuando está lista, se la oferta al público en diversos locales del centro de Ibarra y en los mercados Santo Domingo y Amazonas.

“Desde noviembre se ofrece el tamal navideño. Estas ventas son hasta la última semana de enero. De ahí sale de a poco”, dice Velázquez. (PTEG)

Redacción IBARRA

Las épocas de pasar en familia y compartir con los amigos se dan todo el año. Sin embargo, hay una fecha especial donde esto gana más fuerza. Es la Navidad. Y para pasar estos momentos amenos con los seres queridos, la gastronomía es un vínculo de unión.

En la ‘Ciudad Blanca’, por ejemplo, los tamales navideños son un plato tradicional que se sirve en las mesas de las familias ibarreñas.

Laura Velázquez tiene 75 años y administra el local ‘Gastronomía artesanal doña Fabiolita, comida saludable’. Ahí ella prepara estos bocaditos, que llevan el nombre característico porque se los prepara en los últimos días del año. “Yo le dejé el nombre porque en esta época de diciembre salen gran cantidad de pedidos. Entonces, yo le puse el tamal navideño”.

El tamal cuesta 1 dólar, pero cuando llevan al por mayor se los deja hasta en 0,70 centavos. Además, para comerlo, este plato típico viene envuelto en una hoja de achira y se lo puede acompañar con chocolate, agua aromática, café normal o destilado.

Tradición familiar

Doña Laura dice que, en su caso, realizar este platillo es de herencia familiar. Cuando tenía siete años de edad, su abuela preparaba pailas de tamales. Ahí la pequeña ayudaba limpiando las hojas o la cebolla. Y al percatarse que había bastante venta, se dijo que cuando sea grande iba también a cocinar tamales. Y así fue.

Después de que falleció su abuelita, la madre de Laura siguió con el negocio. En esa época, recuerda, se cocinaba en leña y se aplastaba en una batea la masa. Y cuando falleció su madre, siguió ella preparando el plato. “Ahora mis hijas siguen también la tradición”, comenta Velázquez.

Preparación

Para cocinar un tamal navideño se debe preparar la masa con harina de maíz, en crudo. Para ello, primero se la cocina con caldo de la gallina, se le hace bolitas, se vuelve a cocinar y se lo aplasta con manteca y panela. Esta última parte es la más difícil, dice Laura, porque la masa esta hirviendo. Finalmente, se le da forma y se la envuelve en la hoja de achira.

Cuando está lista, se la oferta al público en diversos locales del centro de Ibarra y en los mercados Santo Domingo y Amazonas.

“Desde noviembre se ofrece el tamal navideño. Estas ventas son hasta la última semana de enero. De ahí sale de a poco”, dice Velázquez. (PTEG)