Credibilidad, ante todo

Fabián Cueva Jiménez

La credibilidad en todas las actividades personales, familiares, sociales y públicas tiene un impacto importante; en educación, es especial. Los alumnos creen en sus profesores cuando: hay una relación de confianza y perciben que se preocupan por ellos, dominan la asignatura y saben enseñarla, demuestran una pasión por lo que hacen. Resultados: motivación, conexión al proceso, aprendizajes, progreso.

Seguramente en el aula hay credibilidad, aspecto que no ocurre en los procesos administrativos. El crédito, confianza, credulidad se han ido perdiendo rápida y paulatinamente. No hay verdad, congruencia, honestidad, se producen pequeños y grandes errores, falsas informaciones, mentiras y ofrecimientos fallidos. Las alertas al iniciar este nuevo y hasta sorpresivo gobierno fueron activadas: procesos educativos sin continuidad, ni sostenibilidad, un camino oscuro.

Nada se ha resuelto en dos años y medio y escasa información: asuntos técnicos errados e inamovibles como el currículo que incide directamente en la prueba para ingreso a las universidades, inequidad en un bachillerato internacional con altos costos, falta de resultados al análisis de los factores asociados que perturban los aprendizajes, inobservancia a leyes por administradores que cubren actos de corrupción, ausencia de auditoría a las construcciones escolares con alta posibilidad de nuevos robos, no creación del Consejo Nacional de Educación, incumplimiento al pago de bonos por compensación a maestros jubilados, ofrecimientos de donación a escuelas rurales de computadoras usadas, ninguna presión a la Asamblea para reformas a Ley de Educación. Interminables casos.

Si los mensajes no son consistentes y persisten los engaños y además no escuchan, la pérdida no sólo es para el Gobierno, ministerio, distritos, es para el país. Recuerden: las cosas no hay que decirlas, hay que hacerlas ¿o esperan que otros las hagan?. El respeto se gana, la honestidad se aprecia y la confianza se adquiere, el engaño tiene fecha de caducidad. Credibilidad, ante todo.

[email protected]

Fabián Cueva Jiménez

La credibilidad en todas las actividades personales, familiares, sociales y públicas tiene un impacto importante; en educación, es especial. Los alumnos creen en sus profesores cuando: hay una relación de confianza y perciben que se preocupan por ellos, dominan la asignatura y saben enseñarla, demuestran una pasión por lo que hacen. Resultados: motivación, conexión al proceso, aprendizajes, progreso.

Seguramente en el aula hay credibilidad, aspecto que no ocurre en los procesos administrativos. El crédito, confianza, credulidad se han ido perdiendo rápida y paulatinamente. No hay verdad, congruencia, honestidad, se producen pequeños y grandes errores, falsas informaciones, mentiras y ofrecimientos fallidos. Las alertas al iniciar este nuevo y hasta sorpresivo gobierno fueron activadas: procesos educativos sin continuidad, ni sostenibilidad, un camino oscuro.

Nada se ha resuelto en dos años y medio y escasa información: asuntos técnicos errados e inamovibles como el currículo que incide directamente en la prueba para ingreso a las universidades, inequidad en un bachillerato internacional con altos costos, falta de resultados al análisis de los factores asociados que perturban los aprendizajes, inobservancia a leyes por administradores que cubren actos de corrupción, ausencia de auditoría a las construcciones escolares con alta posibilidad de nuevos robos, no creación del Consejo Nacional de Educación, incumplimiento al pago de bonos por compensación a maestros jubilados, ofrecimientos de donación a escuelas rurales de computadoras usadas, ninguna presión a la Asamblea para reformas a Ley de Educación. Interminables casos.

Si los mensajes no son consistentes y persisten los engaños y además no escuchan, la pérdida no sólo es para el Gobierno, ministerio, distritos, es para el país. Recuerden: las cosas no hay que decirlas, hay que hacerlas ¿o esperan que otros las hagan?. El respeto se gana, la honestidad se aprecia y la confianza se adquiere, el engaño tiene fecha de caducidad. Credibilidad, ante todo.

[email protected]

Fabián Cueva Jiménez

La credibilidad en todas las actividades personales, familiares, sociales y públicas tiene un impacto importante; en educación, es especial. Los alumnos creen en sus profesores cuando: hay una relación de confianza y perciben que se preocupan por ellos, dominan la asignatura y saben enseñarla, demuestran una pasión por lo que hacen. Resultados: motivación, conexión al proceso, aprendizajes, progreso.

Seguramente en el aula hay credibilidad, aspecto que no ocurre en los procesos administrativos. El crédito, confianza, credulidad se han ido perdiendo rápida y paulatinamente. No hay verdad, congruencia, honestidad, se producen pequeños y grandes errores, falsas informaciones, mentiras y ofrecimientos fallidos. Las alertas al iniciar este nuevo y hasta sorpresivo gobierno fueron activadas: procesos educativos sin continuidad, ni sostenibilidad, un camino oscuro.

Nada se ha resuelto en dos años y medio y escasa información: asuntos técnicos errados e inamovibles como el currículo que incide directamente en la prueba para ingreso a las universidades, inequidad en un bachillerato internacional con altos costos, falta de resultados al análisis de los factores asociados que perturban los aprendizajes, inobservancia a leyes por administradores que cubren actos de corrupción, ausencia de auditoría a las construcciones escolares con alta posibilidad de nuevos robos, no creación del Consejo Nacional de Educación, incumplimiento al pago de bonos por compensación a maestros jubilados, ofrecimientos de donación a escuelas rurales de computadoras usadas, ninguna presión a la Asamblea para reformas a Ley de Educación. Interminables casos.

Si los mensajes no son consistentes y persisten los engaños y además no escuchan, la pérdida no sólo es para el Gobierno, ministerio, distritos, es para el país. Recuerden: las cosas no hay que decirlas, hay que hacerlas ¿o esperan que otros las hagan?. El respeto se gana, la honestidad se aprecia y la confianza se adquiere, el engaño tiene fecha de caducidad. Credibilidad, ante todo.

[email protected]

Fabián Cueva Jiménez

La credibilidad en todas las actividades personales, familiares, sociales y públicas tiene un impacto importante; en educación, es especial. Los alumnos creen en sus profesores cuando: hay una relación de confianza y perciben que se preocupan por ellos, dominan la asignatura y saben enseñarla, demuestran una pasión por lo que hacen. Resultados: motivación, conexión al proceso, aprendizajes, progreso.

Seguramente en el aula hay credibilidad, aspecto que no ocurre en los procesos administrativos. El crédito, confianza, credulidad se han ido perdiendo rápida y paulatinamente. No hay verdad, congruencia, honestidad, se producen pequeños y grandes errores, falsas informaciones, mentiras y ofrecimientos fallidos. Las alertas al iniciar este nuevo y hasta sorpresivo gobierno fueron activadas: procesos educativos sin continuidad, ni sostenibilidad, un camino oscuro.

Nada se ha resuelto en dos años y medio y escasa información: asuntos técnicos errados e inamovibles como el currículo que incide directamente en la prueba para ingreso a las universidades, inequidad en un bachillerato internacional con altos costos, falta de resultados al análisis de los factores asociados que perturban los aprendizajes, inobservancia a leyes por administradores que cubren actos de corrupción, ausencia de auditoría a las construcciones escolares con alta posibilidad de nuevos robos, no creación del Consejo Nacional de Educación, incumplimiento al pago de bonos por compensación a maestros jubilados, ofrecimientos de donación a escuelas rurales de computadoras usadas, ninguna presión a la Asamblea para reformas a Ley de Educación. Interminables casos.

Si los mensajes no son consistentes y persisten los engaños y además no escuchan, la pérdida no sólo es para el Gobierno, ministerio, distritos, es para el país. Recuerden: las cosas no hay que decirlas, hay que hacerlas ¿o esperan que otros las hagan?. El respeto se gana, la honestidad se aprecia y la confianza se adquiere, el engaño tiene fecha de caducidad. Credibilidad, ante todo.

[email protected]