Con la sangre en el ojo

POR: Víctor Hugo Portocarrero

Sin duda las acciones de protesta en las que participaron grandes sectores organizados y no organizados de la población ecuatoriana, contra el “Régimen Correista de Moreno”, evidenciaron que el pueblo estaba a un tris de terminar con la paciencia y el aguante mostrado, ante las incansables medidas antipopulares implementadas por un gobierno inepto, que hasta el momento no ha pegado una a favor del país.

El gobierno hasta el momento no ha cumplido la propuesta realizada en campaña electoral; en cambio, ha sido el fiel continuador de la política entreguista y antipopular de su siamés político, “Carlos”, que ha sometido a un estado de total indefensión a los trabajadores, y ha rematado la nación.

Creyó que estaba en condiciones de por fin, a ojos del FMI y a su favor, aplicar aquellas medidas económicas que algunas castas mafiosas “se lamen” por disfrutar (la casi completa privatización del sector energético y liberación de los precios).

Junto a esto sigue el proceso de flexibilización laboral encaminado inconstitucionalmente y que, aparentemente, tendrá una nueva profundización en razón de un nuevo proyecto de ley que será dirigido a la Asamblea Nacional.

Las protestas protagonizadas por la población ecuatoriana, recordó a los ecuatorianos que en sus manos está la posibilidad de cambiar la historia, que las balas asesinas del régimen no son suficientes para esclavizarnos. Más por el lado gubernamental, éste quedó con la sangre en el ojo y ha impulsado una cacería de brujas en contra de los líderes y dirigentes populares, así como un proceso infame de despidos de cientos de trabajadores.

Quizá la incapacidad atrevida del régimen no le deja razonar adecuadamente.

¿Será que la población debe, una vez más, culminar la protesta con el cambio de régimen?

POR: Víctor Hugo Portocarrero

Sin duda las acciones de protesta en las que participaron grandes sectores organizados y no organizados de la población ecuatoriana, contra el “Régimen Correista de Moreno”, evidenciaron que el pueblo estaba a un tris de terminar con la paciencia y el aguante mostrado, ante las incansables medidas antipopulares implementadas por un gobierno inepto, que hasta el momento no ha pegado una a favor del país.

El gobierno hasta el momento no ha cumplido la propuesta realizada en campaña electoral; en cambio, ha sido el fiel continuador de la política entreguista y antipopular de su siamés político, “Carlos”, que ha sometido a un estado de total indefensión a los trabajadores, y ha rematado la nación.

Creyó que estaba en condiciones de por fin, a ojos del FMI y a su favor, aplicar aquellas medidas económicas que algunas castas mafiosas “se lamen” por disfrutar (la casi completa privatización del sector energético y liberación de los precios).

Junto a esto sigue el proceso de flexibilización laboral encaminado inconstitucionalmente y que, aparentemente, tendrá una nueva profundización en razón de un nuevo proyecto de ley que será dirigido a la Asamblea Nacional.

Las protestas protagonizadas por la población ecuatoriana, recordó a los ecuatorianos que en sus manos está la posibilidad de cambiar la historia, que las balas asesinas del régimen no son suficientes para esclavizarnos. Más por el lado gubernamental, éste quedó con la sangre en el ojo y ha impulsado una cacería de brujas en contra de los líderes y dirigentes populares, así como un proceso infame de despidos de cientos de trabajadores.

Quizá la incapacidad atrevida del régimen no le deja razonar adecuadamente.

¿Será que la población debe, una vez más, culminar la protesta con el cambio de régimen?

POR: Víctor Hugo Portocarrero

Sin duda las acciones de protesta en las que participaron grandes sectores organizados y no organizados de la población ecuatoriana, contra el “Régimen Correista de Moreno”, evidenciaron que el pueblo estaba a un tris de terminar con la paciencia y el aguante mostrado, ante las incansables medidas antipopulares implementadas por un gobierno inepto, que hasta el momento no ha pegado una a favor del país.

El gobierno hasta el momento no ha cumplido la propuesta realizada en campaña electoral; en cambio, ha sido el fiel continuador de la política entreguista y antipopular de su siamés político, “Carlos”, que ha sometido a un estado de total indefensión a los trabajadores, y ha rematado la nación.

Creyó que estaba en condiciones de por fin, a ojos del FMI y a su favor, aplicar aquellas medidas económicas que algunas castas mafiosas “se lamen” por disfrutar (la casi completa privatización del sector energético y liberación de los precios).

Junto a esto sigue el proceso de flexibilización laboral encaminado inconstitucionalmente y que, aparentemente, tendrá una nueva profundización en razón de un nuevo proyecto de ley que será dirigido a la Asamblea Nacional.

Las protestas protagonizadas por la población ecuatoriana, recordó a los ecuatorianos que en sus manos está la posibilidad de cambiar la historia, que las balas asesinas del régimen no son suficientes para esclavizarnos. Más por el lado gubernamental, éste quedó con la sangre en el ojo y ha impulsado una cacería de brujas en contra de los líderes y dirigentes populares, así como un proceso infame de despidos de cientos de trabajadores.

Quizá la incapacidad atrevida del régimen no le deja razonar adecuadamente.

¿Será que la población debe, una vez más, culminar la protesta con el cambio de régimen?

POR: Víctor Hugo Portocarrero

Sin duda las acciones de protesta en las que participaron grandes sectores organizados y no organizados de la población ecuatoriana, contra el “Régimen Correista de Moreno”, evidenciaron que el pueblo estaba a un tris de terminar con la paciencia y el aguante mostrado, ante las incansables medidas antipopulares implementadas por un gobierno inepto, que hasta el momento no ha pegado una a favor del país.

El gobierno hasta el momento no ha cumplido la propuesta realizada en campaña electoral; en cambio, ha sido el fiel continuador de la política entreguista y antipopular de su siamés político, “Carlos”, que ha sometido a un estado de total indefensión a los trabajadores, y ha rematado la nación.

Creyó que estaba en condiciones de por fin, a ojos del FMI y a su favor, aplicar aquellas medidas económicas que algunas castas mafiosas “se lamen” por disfrutar (la casi completa privatización del sector energético y liberación de los precios).

Junto a esto sigue el proceso de flexibilización laboral encaminado inconstitucionalmente y que, aparentemente, tendrá una nueva profundización en razón de un nuevo proyecto de ley que será dirigido a la Asamblea Nacional.

Las protestas protagonizadas por la población ecuatoriana, recordó a los ecuatorianos que en sus manos está la posibilidad de cambiar la historia, que las balas asesinas del régimen no son suficientes para esclavizarnos. Más por el lado gubernamental, éste quedó con la sangre en el ojo y ha impulsado una cacería de brujas en contra de los líderes y dirigentes populares, así como un proceso infame de despidos de cientos de trabajadores.

Quizá la incapacidad atrevida del régimen no le deja razonar adecuadamente.

¿Será que la población debe, una vez más, culminar la protesta con el cambio de régimen?