Una injusta deuda ibarreña

Los ibarreños de las últimas generaciones en general y la Municipalidad, en particular, somos deudores perseverantes cuando de rendir reconocimiento a un ser de nuestra vecindad que ha servido a su propio lar con denuedo, cariño, entrega desinteresada se trata, toda vez que al parecer ha cumplido solamente con su deber como ser humano, asunto que de verdad es intrínseco para todos.

Pero cuando se trata de algún político, un amigo muy leal, un jefe, o una conveniencia clientelar, los aspirantes a reconocimientos abundan y no son contados con los dedos de una mano. Crecen las razones para propiciar homenajes con una tramitología florida en sucesión.

Es del caso que desde 1947, con las reformas a la Ley, se inició en nuestro país la gestión municipal de las cabeceras provinciales con los alcaldes, quienes asumieron competencias específicas para su labor. Y en Ibarra se han sucedido a la fecha 26 burgomaestres, muchos de los cuales han traspasado los linderos terrenales, y la mayoría en justo reconocimiento tienen su nombre perennizado en alguna de las calles de la ciudad, y casos hay con monumentos importantes.

Pero hay una deuda injusta con el ingeniero Fausto Endara Espinosa que fuera alcalde elegido por votación popular para el período 1957-1959, ibarreño notable que también se desempeñó como concejal en 1955 y vicepresidente del Concejo Municipal. Antes ya fue consejero provincial en 1951-1953. Así como fue un gran impulsor y miembro del Club Rotario de gran acción social en el medio. Fundador y miembro de muchas organizaciones profesionales, de la producción, sociales, cuyo presencia de por sí era signo de respeto y consideración general. A él le debe Ibarra mucho de su desarrollo y adelanto en algunos órdenes, labor que la siguió como misión ciudadana hasta poco antes de su sensible fallecimiento.

Es por demás justo que la actual administración municipal haga un gesto de reparación de la deuda que arrastra para con distinguido ibarreño, colocando su nombre y en su memoria en una las principales arterias de nuestra ciudad. Paguemos esta deuda!