Monasterio restaurado

POR: Luis Fernando Revelo

Volver a recorrer esos espaciosos corredores, esos muros venerables de lo que fue el monasterio de las Madres Carmelitas y que ahora pertenece a la Universidad Técnica del Norte, impresionan hondamente.

Recordar el saludo en el clásico torno y aquellas inscripciones grabadas en las paredes que evocaban citas bíblicas y teresianas. “Venid y ved este lugar sellado:/la Casa del Señor, el dulce puerto…/Para el bullicio mundanal, cerrado;/para la calma y la virtud, abierto”. Así rezaba la leyenda inscrita con áureos caracteres en la puerta sellada del monasterio. Al ingresar al legendario patio principal, una cita teresiana decía: “Solo Dios basta” ¡Cuántos recuerdos guarda este silencioso monasterio, unimismado al acaecer citadino!

El acto del jueves 18 de julio estuvo revestido de profundo simbolismo cuando la Empresa UTN gerenciada por el Ec. Jorge Proaño Bonilla, inauguró la restauración de la primera etapa. La Capilla, aquel sitio sacrosanto donde había oración, la lectura reposada y cálida del Evangelio, la contemplación honda y encendida, aquel sitio donde reposan los restos del Canónigo Mariano Acosta, hoy es un funcional salón-auditorio.

Las manos obreras que allá por 1876 levantaron esta monumental edificación, que esculpieron la piedra, pintaron cuadros de santos, tallaron la madera y nos dejaron un rico patrimonio cultural, con el andar del tiempo y de la gente, atravesaron la eternidad y llegaron a nuestra época, en otros rostros y en otras circunstancias para hacer con el cemento y el hierro, esta obra restaurada que mantiene el símbolo de una época, de un pueblo que siempre buscó luz del infinito. Enhorabuena a la UTN, que con motivo de celebrar sus 33 años de vida institucional, nos entrega esta magna obra.