Fue sentenciado por violar a su hija

ACUSADO. El hombre fue trasladado por guías penitenciarios a la Corte Provincial de Justicia, donde recibió la sentencia esta semana.
ACUSADO. El hombre fue trasladado por guías penitenciarios a la Corte Provincial de Justicia, donde recibió la sentencia esta semana.

Redacción IMBABURA

Fraijó Rubén C. purgará una condena de 22 años de reclusión, tras haber sido determinado como responsable de violentar a su hija, de tan solo cinco años de edad.

El sujeto fue presentado ante el Tribunal Único de Garantías Penales de Imbabura, acusado de este delito. En la diligencia se conocieron los detalles de este caso que conmocionó a la localidad en el cantón Urcuquí, lugar en donde se cometió el ilícito.

Actualmente, el acusado se encuentra recluido en la penitenciaría para varones de Ibarra, a la espera de un posible traslado a otro centro carcelario, debido a la alta condena que pesa en su contra.

Dentro del fallo también se contempló un tratamiento psicológico para la pequeña, con el fin de ayudar en la superación del trauma ocasionado, ante la violencia de la que fue víctima.

Cómo ocurrió

Según data del expediente de este caso, Fraijó no residía junto a la madre de su pequeña, ni siquiera cuando ella nació.

La mujer se hizo de una nueva relación, con la que formalizó, y el nuevo compañero sentimental de la ciudadana le dio sus apellidos a la infante. Tiempo después, la madre de la pequeña decidió volver a relacionarse con el padre biológico de su hija, con quien empezó a convivir y procrearon otra niña, sin embargo la relación no prosperó, pues, supuestamente, Fraijó maltrataba a su pareja, por lo que ella decide poner distancia.

Insistía en ver a sus hijas

Como en otros casos similares, el ciudadano insistió y solicitó a la madre de sus hijas poder verlas, aduciendo que quería compartir tiempo con ellas, situación que la mujer aceptó, por tratarse del padre de las menores. Mas, sin embargo, en una ocasión, el hoy acusado le mencionó a una de las profesoras de la víctima, su propia hija, que un tío materno al parecer estaría manoseando a su pequeña.

Dicha situación alarmó a la maestra, la cual decidió preguntarle a la niña, directamente, qué es lo que realmente estaba ocurriendo, con el fin de poder ayudarla de la mejor manera.

Su padre era el agresor

Fraijó llegó a la unidad educativa para retirar a su hija, aduciendo que contaba con la autorización de la madre, ya que tenía planeado comprarle uniformes escolares. Para ello, la profesora alertó a las autoridades de la institución, quienes a su vez informaron el hecho a los agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niñas, Niños y Adolescentes (Dinapen) de Imbabura, quienes de inmediato montaron un operativo y encontraron a la niña en casa de su padre.

La pequeña lloraba y asustada respondió las preguntas de los uniformados, contando lo que su progenitor le había hecho, por lo que fue inmediatamente detenido. (MAGC)