¿Que esperamos de nuestras electas autoridades?

Mariana Guzmán Villena

No simples expectativas, sino una certera apreciación que sus ofertas y compromisos puntualizados en sus campañas electorales así como ya la puesta en marcha de sus ejecutorias significaran más adelanto y progreso para nuestra ciudad de Ibarra y de Imbabura en general, pues tanto la Prefectura como las Alcaldías tienen definidas sus competencias y atribuciones tanto en la Constitución de la República del Ecuador como en el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización COOTAD. Aprecio que no solo las intenciones sino la buena voluntad de nuestras autoridades se desplegarán en beneficio de nuestra territorialidad, soslayando diferencias políticas o personales que en nada contribuyen para una labor unificada pero principalmente estructurada en base a la colaboración técnica y profesional, no con improvisaciones motivadas en cumplimientos de campaña.

Respecto al Municipio de Ibarra, la señora Alcaldesa tiene mucho trabajo por delante que amerita cumplirlo, en ciertos aspectos, prontamente, entre muchos el manejo de los desechos sólidos, sería significativo concienciar en la ciudadanía hacerlo de manera correcta y hasta respetuosos hacia los demás, así como alertar cuando ciertas personas, tal vez acuciadas por necesidades económicos, hurgan en los basureros, desparramando los desechos en la calle dejándoles a la intemperie, exponiendo que moscas, ratas hagan de las suyas en desmedro de la salud de sus coterráneos. Así mismo cuidar que nuestros parques, pero con especial atención los parterres en las avenidas o aceras donde hay franjas de hierba, sean cortadas oportunamente, caso contrario éstas crecen en demasía y en vez de dar una imagen de un ornato de embellecimiento, se homologan como espacios abandonados.

Sería igualmente trascendental que a funcionarias (os) se les prepare para la atención al público, se les capacite con especialistas en este tema, pues hay ciertos empleados (as) que de la materia no saben absolutamente nada, pues ni siquiera tiene noción de contestar un saludo, será porque en sus hogares no les enseñaron buenas costumbres o porque su celular es más importante que las personas que tenemos derecho a ser atendidas con educación y consideración.