Adaptarse o morir

Roque Rivas Zambrano

Como catedrático de periodismo enfrento una realidad que estremece: la falta de curiosidad que demuestran mis estudiantes y colegas. En el campo que nos compete, las cosas se han transformado completamente, obligándonos a adaptarnos o morir en el intento. A pesar de esto, la mayoría de facultades y escuelas de periodismo continúan con planes de estudio obsoletos en relación con las demandas actuales.

Miguel Ormaetxea, periodista español con más de 40 años de experiencia, habla de la necesidad de reinventar el periodismo. En un artículo, publicado en ‘Media-tics’, destaca el trabajo realizado por el ‘Nieman Lab’ de Estados Unidos, donde se consultó a expertos en el oficio y en medios digitales sobre lo que ocurrirá durante el 2019.

Las predicciones apuntan al desarrollo de cuatro áreas básicas: datos, noticias locales, redes sociales y modelos de negocios. En Norteamérica hay educadores consientes de esto y han trabajado, junto con sus alumnos, en proyectos que los ayudan a explorar los desafíos de la profesión ante los avances tecnológicos.

Cheryl Phillips, de la Universidad de Stanford, creó un laboratorio de periodismo computacional, en el que llevó a cabo un ejercicio: encargó a la clase la tarea de armar y limpiar registros públicos.

Así sucedió con Tim Franklin, de la Escuela de Periodismo Medill, quien creó la ‘Iniciativa de Noticias Locales’, donde los estudiantes se convirtieron en proveedores de historias locales para agencias de noticias. Hay ejemplos similares en cuanto a modelos de negocios y redes sociales.

Las aplicaciones reales demuestran que es nuestra responsabilidad, como profesores, crear programas en los que las nuevas generaciones saquen provecho a estas grandes temáticas que marcan, desde ya, la dinámica del periodismo del futuro.

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