Geoparque: su trascendencia

POR: Fausto Jaramillo Y.

Entre la inmensa cantidad de noticias que la anterior semana atrajeron la atención ciudadana: fugas, discursos, clasificaciones al Mundial Sub 17 de fútbol, anuncios de inicios de un diálogo, expulsión de un personaje de nuestra embajada en Londres, llantos y lamentos de los partidarios de alcaldes que no resultaron favorecidos en la contienda electoral, el suicidio de un expresidente del Perú, lectura de un informa del Fiscal de los Estados Unidos exculpando al actual Presidente, el ingreso de ayuda humanitaria a la dolida Venezuela, bajas de pensiones a los jubilados de Brasil, un accidente de tránsito de un bus lleno de turistas alemanes en Portugal, la caída del Real Madrid y de la Juventus, el dolor causado por un incendio que amenazó con convertir en cenizas 900 años de arte y de historia en Paris, un informe que fue aprobado en la Asamblea y que pretendía destituir a su presidente, nuevos decomisos de toneladas de droga, la captura de uno de los delincuentes más buscados del país, y tantos otros, hoy quiero referirme a una noticia positiva que debe alegrarnos a todos los imbabureños: la provincia ha sido reconocida como uno de los 165 geoparques existentes en el mundo.

Las Naciones Unidas y sus Agencias tienen, en estos casos, un protocolo exigente y estricto que deben cumplir quienes aspiran a recibir estos títulos. Se trata de reconocimiento a una serie de requisitos de calidad de vida, entre los que se incluyen, la belleza de su paisaje, la salud de su naturaleza, la diversidad cultural existente en su territorio y, sobre todo, la calidad humana de sus habitantes.

Imbabura ha recibido este honor, pero lo más exigente recién comienza ahora, pues, la mirada del mundo estará sobre sus cantones y sus habitantes, sobre la salud de sus tierras, el respeto a la naturaleza y la sostenibilidad de los proyectos que aquí se ejecuten.

El título alcanzado permitirá a la provincia entrar en un circuito mundial de fondos no reembolsables y otros retornables a bajas tasas de interés para financiar planes y proyectos de desarrollo ecológicos y sustentables, así como también ingresar a circuitos turísticos que vengan a inyectar recursos a la economía de sus gentes.

Pero todas esas posibilidades estarán bajo la lupa de organismos internacionales que podrían aprobar o desaprobar los proyectos. Para que los aprueben es necesario mantener los estándares de calidad y aumentarlos. Emprender obras de saneamiento y cuidado ambiental, obras de tratamiento de aguas servidas, piscinas de oxigenación, antes de entregar esas aguas a los ríos y lagunas de la provincia; camales y mercados que exhiban calidad, calidez y sanidad en sus instalaciones, entre las más urgentes y necesarias. Pero también hace falta emprender en una tarea educativa que saque a relucir de sus ciudadanos lo mejor de sí mismos: la honradez, la solidaridad, la franqueza, el civismo y el cuidado de la naturaleza y el amor al entorno imbabureño.

Grave sería que en poco tiempo, las Naciones Unidas retiren el título ahora alcanzado porque sus misiones comprueben que no ha habido un esfuerzo sostenido y ejemplar en mantener los estándares exigidos para los Geoparques.