‘En un ambiente de desconfianza, el CNE debe trabajar en la transparencia’

ANALISTA. Patricio Andrade,  exdirector del CNE Imbabura analiza el proceso electoral que nos aprestamos a vivir.
ANALISTA. Patricio Andrade, exdirector del CNE Imbabura analiza el proceso electoral que nos aprestamos a vivir.

Este domingo 24 de marzo 370.523 imbabureños irán a las urnas. La Hora conversó con un analista político respecto al proceso electoral.

Patricio Andrade Ruiz, es analista político y fue Director de la Delegación Provincial del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Imbabura, por más de tres años. En su estadía en la institución, estuvo a cargo de llevar adelante el proceso electoral de las elecciones generales 2013, así como también para elegir autoridades locales y seccionales en el año 2014. Procesos que pese a la complejidad que tuvieron, a nivel provincial las organizaciones políticas reconocieron la transparencia con la que se manejó.

Diario La Hora conversó con Patricio Andrade para conocer su punto de vista sobre las votaciones que se llevarán a cabo el domingo 24 de marzo. En Imbabura se elegirán a 6 alcaldes, 1 prefecto 1 viceprefecto, 21 concejales urbanos, 17 concejales rurales, 180 vocales de las juntas parroquiales y a los siete miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).

¿Qué significan las elecciones seccionales en la vida política de un país?

Estas elecciones permitirán ver cómo la tendencia de los partidos políticos se mantiene. Pero en Ecuador pasa una cosa rara, cuando son elecciones seccionales, pesan mucho los nombres. En nacionales, pesan los movimientos y partidos políticos. Veamos en estas elecciones si se mantiene la regla, porque eso ha sido la tendencia a nivel nacional.

¿Cuál debe ser la principal preocupación del CNE en esta fiesta democrática?

Al CNE no le debe concernir quién gane. Lo que le debe interesar es que realmente, el deseo de la mayoría sea respetado. Porque estamos en democracia. Independientemente de que nos pueda agradar o no.

Los proyectos de democracia inclusiva que iniciaron en el 2013, ¿cómo aportan al fortalecimiento de la democracia de este domingo?

Veo que se mantiene el Voto en Casa. Ojalá se extienda a más personas, porque eso dignifica a las personas que se les permite votar. Entiendo que se mantienen también las mesas de atención preferente para personas con discapacidad. Estos son avances en el fortalecimiento de la democracia.

¿Cuáles son sus expectativas en vísperas del día del sufragio?

Hay demasiada confusión. El tema del Consejo de Participación no ha sido promocionado lo suficiente. Hay muchas dudas en los electores. Aunque no hay encuestas muy visibles, se habla de que un 60% de personas no tiene definido el voto. Al existir empates técnicos, en algunos cantones, hace que no sepamos con claridad cuál es la tendencia del voto. Puede haber sorpresas.

¿La ciudadanía sabe el número de papeletas que se le entregará? ¿El número de autoridades que debe elegir?

No. Por eso mismo está indecisa. No tenemos acceso a los datos de los candidatos. Si revisa la página del CNE, antes había el proyecto denominado Voto Transparente. Ahí podía chequear a cada candidato. Quién es. De qué partido proviene. Sus propuestas. Ahora hay esa limitante.

¿Cuándo se decidirán por un candidato los indecisos?

Todos están esperando los cierres de campaña. La última semana tiene bastante incidencia en los indecisos. Hay gente, además, que ya tiene decidido el voto, pero en las encuestas dice que aún no decide. Entonces, el tema de subirse a la caravana más grande, por dar el voto a la persona que, supuestamente, va a ganar, eso se decide quizá el domingo. El día que está yendo a votar.

¿Tendrán incidencia estás decisiones de último momento?

Afecta. Puede cambiar las tendencias de las encuestas. Porque estas personas inciden a que esté un porcentaje alto de indecisos. Y lo que está pasando es que hay un voto oculto, que la gente no quiere decir públicamente por quién votará. Por eso hay incertidumbre en los candidatos. Cuando las encuestas y tendencias no están claras, es complicado.

El número de candidatos, en referencia a anteriores elecciones seccionales, se duplicó o triplicó. ¿Esto es bueno para la democracia?

No. Me parece que se debe bajar la cantidad de movimientos y partidos políticos. Es urgente una reforma al Código de la Democracia. Los requisitos que se piden para ser candidato deberían ser revisados. Además, el Código tiene vacíos legales que deben arreglarse de acuerdo a la experiencia.

¿Cómo afecta este tema de exceso de postulantes?

Mientras más candidatos existen, van a tener menos espacio de promocionarse en radio, televisión, prensa, vallas publicitarias. Además, muchas personas prestan su nombre para ser candidatos, con la opción de que si no ganan, sean tomado en cuenta cuando su movimiento o partido político llegue al poder.

¿Qué diferencia tienen las elecciones seccionales de 2014, en las que usted fue director del CNE, con las que nos aprestamos a vivir?

El número de candidatos. Y se suma el tema del Cpccs, donde por ley los postulantes no pudieron hacer su propia campaña. Eso radica en que nosotros no sabemos quiénes son los que están de candidatos.

¿Algunos otros cambios significativos?

No hay las Juntas Intermedias. En el 2014 más del 90% de las actas eran revisadas en estas, y alivianaba a la Junta Provincial. Otro factor es que se ha subido el número de electores por Junta Receptora del Voto. Antes eran 300 personas por cada junta, ahora son 350. Eso complica el tema del conteo.

¿El tener una sola urna para seis y siete papeletas también es un cambio que complicaría el conteo de votos y la entrega de resultados?

Sí. Eso significa que todas están entrando en una misma ánfora. El tema de tener dos o tres ánforas facilitaba la selección de las papeletas y el escrutinio de los votos. Se daba una prioridad. Si a esto suma que no va a haber conteo rápido, la desesperación que van a tener las organizaciones, al estar dentro de las mismas posibilidades de todos los candidatos, puede generar dificultades.

Con este panorama, ¿el actual CNE ha cumplido su papel de generar confianza en el electorado y en las organizaciones políticas?

Es bastante complejo que, faltando pocos días para las elecciones, todavía haya criterios divididos dentro de los cinco vocales. Aún no se sabe cómo se hará el conteo de votos nulos en el tema del Consejo de Participación Ciudadana. Además, ya se habla de los posibles fraudes. Ese impacto no ha sido trabajado. En un ambiente de desconfianza, lo único que tiene que hacer el CNE es trabajar en la transparencia. Abrirse a los medios de comunicación, organizaciones políticas, ciudadanos. No dejar tela de duda de lo actuado dentro de las juntas receptoras del voto.

¿Hubo poco avance del nuevo CNE en este tiempo?

No veo que haya una diferencia abismal con el anterior. Se hablaba que el anterior CNE estaba medio politizado. Yo diría que el actual está politizado.

¿Cómo trabajaron en el 2014 para que las organizaciones políticas confíen en el CNE y acepten los resultados?

Fueron tres puntos fundamentales. Primero, capacitamos a las organizaciones políticas respecto al funcionamiento de las Juntas Intermedias de Escrutinio. Hicimos que estén en todo el proceso. Les acercamos, prácticamente, a dos metros a todos los observadores para que vean el procesamiento de actas. Segundo, nos abrimos a los medios de comunicación. Y tercero, generamos la sala situacional, donde había representantes de organizaciones sociales, políticas y de los medios de comunicación.

¿Qué recomendación les daría a las organizaciones políticas para que cuiden sus votos?

Pongan delegados en las Juntas Receptoras del Voto. Deben estar ahí todos, recogiendo las actas o, por lo menos, tomando fotografías de las actas, para que no haya ningún problema al momento de hacer las sumas y restas dentro del proceso electoral.

Y a las organizaciones sociales, ¿qué les diría?

Que garanticen la transparencia. Se les debe permitir que vayan con cámaras, filmadoras. Porque si el proceso electoral es transparente, la gente lo garantiza a través de los medios electrónicos. Yo entiendo que las personas que están en el CNE, de la delegación de Imbabura, son personas honorables, que quieren y deben garantizar la transparencia del caso.

En un ambiente de desconfianza, ¿dónde se debe tener más cuidado?

En la única parte que alguien podría alterar resultados es en las Juntas Receptoras del Voto. Porque es donde tienen contacto con la papeleta. Ahí están cinco personas, que de repente llegan a ser siete, con los suplentes. Una vez hecha el acta, con todas las seguridades y el escaneo, es muy difícil que puedan alterar el sistema.

A diferencia de procesos anteriores, en esta campaña las redes sociales cobraron fuerza, sobre todo para la denominada campaña sucia. ¿Se las debe regular?

Es una misión difícil. Son los pasquines modernos. Al no tener la obligación usted de abrir un espacio de red social, puede inventar cualquier nombre. Pero, a partir del silencio electoral, las redes sociales se van a activar como pasquines. Lamentablemente se les usa más para minimizar o criminalizar al contrincante. No se las usa decentemente.

¿Qué se podría hacer en este contexto?

Se debe trabajar en un tema: llegar a acuerdos mínimos entre las organizaciones políticas, para que den una buena utilización. Porque más que el daño político, ahora se han ido al tema de lo personal y, muchas veces, al familiar. Ese sí es un desvalor que tienen las redes sociales.

¿Los resultados de las elecciones del 24 de marzo marcarán el camino para las presidenciales del 2022?

El tema de las seccionales será un medidor, pero no creo que sea un determinante. En las elecciones para presidentes y asambleístas, pesa el tema de los movimientos de los partidos políticos, lo que apalancarán. Lógicamente la organización política que gane concejales, alcaldías, juntas parroquiales, tiene mucha más incidencia que una organización política que no lo logra.

Un tema aparte es Cotacachi. Aquí la junta electoral modificó el número de concejales urbanos y rurales. ¿Fue legal la actuación y podría traer problemas a futuro?

Ahí las organizaciones políticas asumieron. De lo que yo he revisado, con los documentos del CNE, realmente no estaría apegado a la ley, a menos de que ellos tengan justificativo. Además, este tema no se ha socializado. Puede causar problemas. (PTEG)