Desde estos días hasta la Semana Santa ya se puede encontrar este delicioso platillo tradicional.
Redacción INTERCULTURALIDAD-OTAVALO
Con el inicio de la Cuaresma, el miércoles pasado, también se empieza a elaborar uno de los platos tradicionales: la fanesca. Para preparar este tradicional platillo, se utilizan una variedad de granos tiernos propios de la Sierra.
En varios sitios de Otavalo ya se puede encontrar este plato típico, que se lo saborea casi una vez al año, solo por esta temporada, en vísperas de la Semana Santa. Sin embargo, cada persona o negocio tiene su propia receta.
En los mercados
Celinda Araujo, quien desde hace 30 años en esta época del año prepara este popular plato, al inicio de la temporada de la Cuaresma, cuenta que es una receta muy laborioso y que se demora dos días para preparar todos los ingredientes.
“Esta tradición todavía la mantengo en mi local de comidas en el Mercado 24 de Mayo, donde me visita mi propia clientela, que ya me conoce desde hace varios años. Les gusta la sazón y son atendidos con mucha cordialidad”, afirmó Araujo.
Según Celinda, la preparación de la fanesca lo hace como una costumbre desde el Miércoles de Ceniza, hasta el Domingo de Pascua. “La forma de preparar lo aprendí de mi madre, cuando le ayudaba desde pequeña, y ahora les ofrezco a mis clientes. Por estos días me visita gente de distintas partes que vienen a degustar este tradicional plato, en especial quienes respetan la costumbre Cristiana de no comer carne en la Cuaresma”.
Preparación
Para la elaboración de este plato, la mayoría coincide con que se inicia la cocinada con anticipación de los granos tiernos, como el fréjol, arvejas, chochos, habas, choclo, melloco, juntamente con el sambo, achiote, maní, leche, crema, queso y el zapallo.
Luego, cuando está listo para servirse, se le complementa con el bacalao seco, huevo duro, plátano frito, cebollas, aguacate, bolitas de harina, ajo y el perejil.
El plato de la fanesca es una sopa especial porque solo se la prepara una vez al año, por esta época y durante la Semana Santa. Al igual que muchas recetas tradicionales ecuatorianas, hay variaciones y preparaciones distintas de este delicioso platillo.
“La fanesca es una comida que fomenta el sentido de comunidad, no es un plato complicado pero sí requiere de una buena cantidad de trabajo. Y el compartir ese trabajo de preparación ayuda a que sea más fácil, pero también se comparte momentos de unión familiar en días de reflexión”, agrega Paulina Rodríguez, ama de casa otavaleña.
Origen de la fanesca
La leyenda menciona que una mujer llamada Juana inventó este plato en un monasterio de Quito, por lo cual su nombre inicial fue Juanesca. Su historia principalmente se remite a la época Prehispánica, cuando celebraban el Mushuc Nina o Día del Fuego Nuevo, que simboliza el inicio de un nuevo ciclo de vida del nuevo año.
Este plato tenía el nombre kichwa de “uchucuta”, que significa granos tiernos cocidos con ají y hierbas. Mantuvo una influencia hispánica, por lo que el ritual de Semana Santa, basado en el catolicismo que conmemora la muerte, pasión y resurrección de Jesucristo, se mezcló con rituales indígenas de aquella época, convirtiéndose en un elemento culinario de suma importancia para esta celebración. Posteriormente se le agregaron elementos adicionales como el lácteo y pescado. (PMHR)