Eduardo Naranjo Cruz
Era el mediodía, en la intersección de la calle Guayaquil y la Ronda, se observó una actividad inusitada; tres turistas europeas ayudadas por unos policías que tienen un puesto de vigilancia allí. Una de ellas pisó excremento al parecer humano, expuesto a la mitad de la calzada, justo en el paso peatonal, increíble.
Los policías ayudaban a la visitante a lavar su zapato provisionándole agua y otros elementos, hacían lo que podían. Más arriba en una de las paredes de un edificio en restauración, al lado de un restaurante había un vomitado sobre la pared.
Por más de cuatro décadas hemos sostenido que el turismo es una importante fuente de ingreso para la economía, se ha avanzado mucho, sin embargo hechos como este son un desastre y descrédito igual que los crímenes, que pueden terminar con todo esfuerzo promocional.
En el caso de Quito, es responsabilidad del Municipio que debe poner mucho énfasis en los puntos de concentración de turistas para no dar imagen de país bárbaro, más aun cuando seremos escenario mundial con la reunión de la ONU, Habitat III, que discutirá la problemática de cómo hacer las ciudades más lógicas y habitables en todas las dimensiones.
Es importante para la capital impulsar los servicios relacionados con el turismo, al menos en La Ronda y La Mariscal sdonde e nota una satisfactoria presencia de la Policía Nacional, no así de la Municipal. Es mandatorio que el Alcalde en lugar del gasto publicitario destine una parte de las contribuciones ciudadanas para incrementar presencia de la Policía Municipal entrenada para ayudar a los visitantes, ubicando puntos de interés y cuidando a ciertas horas y días el entorno. Tendremos propuestas interesantes que “aprehender” de la reunión mundial, oportunidad única con expertos en problemática de ciudades.