COTACACHI
Ayer se conoció que el sospechoso deberá responder ante tres jueces de garantías penales sobre su presunta participación en un terrible hecho de sangre registrado el pasado 22 de octubre de 2018, en el que José G.M. perdió la vida al recibir un corte de machete en su cuello.
En la diligencia se dieron a conocer los pormenores de este acontecimiento, así como todas las pericias desarrolladas al respecto, entre las cuales consta la toma y cotejamiento de fluidos sanguíneos que marcarían la presunta responsabilidad del acusado con la muerte de José, a quien además, tras asesinarlo, arrojó sus restos al río Guayllabamba que cruza por la localidad, con el fin de que los restos sean llevados por la corriente y no ser encontrados, sin embargo el cadáver de la víctima apareció solo horas más tarde de la detención del involucrado.
Fue delatado
La persona que se encontraba con él al momento del crimen, fue clave para el desarrollo de esta investigación, y es que el ciudadano quien hoy cuenta con protección de testigos por parte de la Fiscalía, fue quien denunció y contó las circunstancias en las que se llevó a cabo el violento suceso. El delator sostuvo que sintió miedo y escapó tras la macabra escena, para luego supuestamente ser amenazado por Andrés, quien presuntamente le habría advertido que lo mataría en caso de que hablara. Un juicio por intimidación fue interpuesto en contra del sospechoso, pero finalmente fue sobreseído de este delito, quedándose privado de la libertad únicamente por el homicidio.
El crimen
La muerte de José Giler fue reportada hace poco más de cuatro meses. Un testigo informó a los efectivos del Móvil Golondrinas sobre un horrible crimen que se habría cometido entre la maleza del sector de Las Golondrinas y que el cuerpo de la víctima fue arrojado al caudal del río. De inmediato se iniciaron las acciones de búsqueda y localización del presunto involucrado, el mismo que fue encontrado cruzando un puente que colinda con Pichincha. Al ser interceptado puso resistencia para no ser detenido, pero los uniformados lograron atraparlo y ponerlo ante las autoridades sin embargo, había un problema, hasta ese momento solo habían piedras manchadas de sangre y la supuesta arma homicida, pero el cadáver no, por lo que con dichos indicios se quedó detenido, pero sin el cuerpo probablemente recuperaba su libertad.
Sin embargo, al día siguiente de su aprehensión, efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Imbabura arrancaron con la búsqueda de los restos a lo largo del río Guayllabamba, haciendo el macabro hallazgo de un cuerpo sin vida, en proceso de putrefacción y que presentaba un corte en el cuello. El occiso fue la prueba más sustentable para la acusación, por lo que el sospechoso se quedó detenido, y permanece recluido en la penitenciaría de Ibarra a la espera de la fecha de audiencia de juzgamiento, la cual definirá su suerte. (MAGC)
CIFRA
4 Meses han pasado desde el macabro hecho de sangre.