IBARRA
Armando Vinicio L. E. fue convocado ante la instancia superior de justicia, acusado del delito de homicidio. El hombre es el principal sospechoso en el violento deceso de Julio César Chalá, exefectivo policial que murió tras haber recibido un certero cuchillazo en su humanidad.
En la diligencia se conocieron los pormenores de lo acontecido el pasado 27 de mayo de este año, cuando Julio fue atacado supuestamente por Armando, con quien presuntamente mantenía una disputa sentimental por una mujer.
Dijo que lo mató sin querer
En las versiones expuestas, se conoció que el 16 de agosto Armando decidió acudir a las autoridades para entregarse, siendo abordado por agentes élite de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestro (Dinased) de Imbabura, quienes ya estaban tras su pista.
El sospechoso decidió enfrentar a la justicia porque, según él, el homicidio no fue intencional. En la explicación que se desprende del cuerpo procesal de este caso, se conoció que Armando presuntamente era víctima de constantes insultos y apodos que Julio le hacía desde tiempo atrás, pues el expolicía mantuvo un romance con su esposa, del cual procrearon un hijo.
Desde entonces la pareja supuestamente era el blanco de la ira del ahora occiso, quien aparentemente viajaba a Quito a la vivienda del matrimonio de Armando a gritar en la entrada de la casa insultos y palabras soeces. La esposa de Armando, al sentirse intimidada, le pedía que la dejara en paz, pero eso nunca sucedió. Todo eso consta en los archivos del proceso judicial.
El hijo de ambos también testificó en este juicio y aseguró que entre él y su padre biológico no hubo mayor acercamiento y que quien respondía como su progenitor era el acusado. El muchacho manifestó además que fue testigo de varios ataques que su padre ejercía en contra de Armando.
El día de los hechos
Según Armando, en muchas ocasiones se resistió a responder las supuestas agresiones de Julio, pero el 27 de mayo su paciencia se desbordó.
Julio se habría encontrado ingiriendo bebidas alcohólicas ese día en la parte externa de una tienda en El Juncal, y tras haber sido llamado “cachudo” le pidió que se callara, cuando según él fue el occiso quien habría intentado primero atacarlo con el arma cortopunzante, pero en medio del forcejeo generado Armando lo hirió. En medio de la conmoción el involucrado abandonó el lugar con destino incierto.
Otro testigo sostuvo que siguieron al sospechoso, pero terminó por arrojarse al río Chota para emprender la huida y lo consiguió.
La fecha en la que se llevará a efecto la audiencia de juzgamiento será sorteada y se conocerá posteriormente. (MAGC)
CIFRA
41 años de edad tenía el exservidor policial.