Ibarra: destino y centro de distribución turística

Por: Jorge Enrique Madera C.

Ibarra en los últimos se ha convertido en un destino residencial para inmigrantes de otras ciudades, pues no se puede encontrar un lugar similar con su calidad de vida. Hoy tenemos una variopinta agrupación de culturas que han echado raíces con quienes tenemos que aprender a convivir con respeto; pero no tienen trabajo. Por ello es necesario dar otros pasos: Ibarra como destino de inversionistas que vengan a implantar empresas generadoras de trabajo y empleo; Ibarra como un nodo central de un sistema logístico comercial; e Ibarra como destino turístico y nodo central en esta materia. Hoy me refiero a esto último.

Ibarra y su zona de influencia: por favor, nos falta nada!. No somos una región desértica ni desolada. Tenemos todo lo que Taita Dios generosamente puede haber regalado a un pueblo, y una infraestructura de base nada despreciable. Después de todos los análisis y diagnósticos que se han realizado, es mi criterio que el 80/20 de nuestros problemas se resuelven a la luz de dos elementos: a) imprimir calidad, de al menos tres estrellas a los servicios; con calidades de tercera no vamos a ningún lado; y, b) un supremo esfuerzo para promocionar y colocar a la región en los mercados nacionales e internacionales.

Si queremos dejar de caracterizarnos como sitio de paso, debemos cambiarnos el “chip” para realizar una arquitectura de oferta de servicios y de comercialización con atinados conceptos de “destino”. Otras ciudades ya lo han hecho y se llevan los turistas. Regiones de similares características en todo el mundo luchan y lo logran; menos nosotros!. Transformar paradigmas negativos como el de que la cercanía a la capital es perjudicial, es uno de los pasos; luego, llegar progresivamente hacia el concepto de que, un turista nacional o internacional puede y debe encontrar decenas o centenas de posibilidades de entretenimiento en esta región, haciendo de Ibarra su centro de operaciones; pero hay que venderlo así!. Está comprobado que hay familias y personas que programan venir a quedarse todo un feriado o varios días de sus vacaciones y les falta tiempo. Pero esto no se soluciona con esfuerzos aislados del sector público o con los bonitos folletos que cada municipalidad produce para ejecutar sus presupuestos, o con la sola asistencia a una feria. En otros lugares se arman instituciones público-privadas de carácter regional que trabajan en estrategias integrales para la “gestión del destino”, toman formas de fundaciones, corporaciones, agencias de desarrollo, y son alimentadas por la suma de los presupuestos de las entidades públicas de la región, más los esfuerzos privados y del gobierno central, para implementar lo que conocen muy bien nuestros expertos locales en turismo. Sé que lo han intentado sin éxito. Algo sucede…