La pornografía: ¿perjudicial o inofensiva?

POR: Laura Benítez Cisneros

La pornografía está contaminando al planeta, se la encuentra en todas partes, en el internet, televisión, la música, la moda, en los anuncios, en las películas, revistas videojuegos, teléfonos celulares inteligentes, y otros dispositivos. En los últimos tiempos se ha convertido en el elemento básico de la nueva cultura del siglo XXI.

Más y más personas en el mundo consumen pornografía que en cualquier otra época. La gente opina sobre este tema que ha cambiado, inclusive en los programas de estudio de los colegios, que las clases de educación sexual se han hecho tan explicitas que lo que antes se consideraba pornografía dura hoy en día es la pornografía blanda.

Según un testimonio dado por una doctora, ante un comité del Senado de los Estados Unidos, manifestó “que las imágenes visuales pornográficas quedan grabadas y alteran el cerebro provocando una huella instantánea involuntaria duradera en la memoria y con dificultad de suprimir”.

Los expertos manifiestan que la pornografía esclaviza y hace mucho daño, destroza matrimonios y familias, afectando de manera general a los niños y adolescentes, directamente esta puede conllevar a los adolescentes a tener relaciones sexuales a edades más tempranas y a hacerse promiscuos, creando en ellos inestabilidad emocional y sicológica.

Lo más importante, cómo podemos liberarnos de esta pornografía: primero poner de parte y dejar de observar, segundo pedir ayuda a otras personas, porque la adicción a la pornografía es una enfermedad en secreto y vergonzosa que no se atreven a pedir ayuda a nadie y la imagen que dan es que piensan que la pueden vencer solos.