Vacaciones y vida

POR: Oswaldo Echeverría

No hay nada más extasiante en la vida que disponer de momentos de ocio y aprovecharlos prestando atención a las personas y cosas que están a nuestro alrededor; pasar momentos en compañía de nuestros seres queridos, caminar por la naturaleza, reflexionar sobre nuestras buenas acciones y proyecciones futuras que nos planteamos; son prácticas sencillas de las cuales comúnmente nos olvidamos en el cotidiano vivir por diversas razones relacionadas con nuestras responsabilidades, pero son las más valiosas porque llenan nuestra alma y nos proporciona verdadero significado a nuestra existencia.

Acciones sencillas que alegran los corazones, nos proporcionan felicidad y nos acreditan un estado de armonía y bienestar que, consecuentemente, nos da la capacidad de obrar en bien de quienes nos rodean.

Aprovechando el período de vacaciones de clases, que mejor momento sino este como para encontrar el pretexto perfecto para disfrutar de la naturaleza que nuestra hermosa provincia nos ofrece y descubrir la riqueza que nos rodea, observando las plantas, las montañas, las lagunas, los bosques y la extensa gama de paisajes que encontramos en cada rincón, además del calor humano de las persona que las habitan.

Hagamos de esta práctica, un momento de reencuentro con nosotros mismos, en compañía de nuestros hijos, hijas, esposos, esposas, hermanos, papás, abuelos, amigos, que estén a nuestro lado.

Exploremos esta época haciendo turismo en los maravillosos espacios naturales y rurales a nuestro alrededor; recarguemos nuestras fuentes de energía interna para expresar lo mejor de nuestro ser en cada momento compartido, de modo que el reinicio a las actividades cotidianas se lo haga con la mayor motivación posible, que contagiemos sinérgicamente las mejores energías para el trabajo de vuelta.

¡A disfrutar de lo mejor y de lo nuestro en las vacaciones!