Trueque del sol

POR: Luis Fernando Revelo

Cuenta Don Alfonso Martínez de la Vega en su monografía sobre Pimampiro, que el intercambio de productos agrícolas y animales entre los pueblos de aquel entonces como los quitus, panzaleos, puruhaes, huancavilcas jíbaros, pastos, cañaris, permitía a los pimampirus proveerse de alimentos, armas, vestimenta e incluso servidumbre. Y es que hace más de diez mil años, como narran los antepasados pimampireños y las investigaciones llevadas a cabo por funcionarios de la UTN, el trueque fue un mecanismo para el intercambio, donde cesaba el circulante monetario. Esto coadyuvó a los ancestros a una convivencia armónica donde se practicaba la reciprocidad, la solidaridad, el dar para recibir.

Se ha afirmado categóricamente que el trueque es una interacción constante en Pimampiro donde han afluido cientos de personas de diferentes etnias y condiciones sociales provenientes no solo de Imbabura, sino del Carchi, Pichincha, Cotopaxi, Loja, Esmeraldas y también ciudadanos colombianos de Yaramal, La Victoria, Túquerres, Nariño e Ipiales. Allí se han fortalecido los diálogos interculturales, los acercamientos entre niños, jóvenes, y adultos.

Esta costumbre tan arraigada en el pueblo incentivó a las autoridades del GAD Municipal de Pimampiro, a la cabeza su Alcalde, Ec. Oscar Narváez y otras entidades que prestaron su contingente investigativo, a gestionar ante las entidades gubernamentales de Patrimonio y Cultura, a fin de que este tradicional “cambeo” o “trueque del sol” sea declarado Patrimonio Intangible de la Nación, hecho histórico que se concretó el miércoles pasado, en un acto solemne donde la Subsecretaria de Cultura, en representación del Ministro Raúl Pérez Torres, entregó el Acuerdo Ministerial N° 137 de reconocimiento.