¿Qué tipo de ciudadano es usted?

POR: Jorge Madera Castillo

Haber nacido en la ciudad o vivir en ella no es suficiente. Quererla porque es su hogar; conocer su historia, sus tradiciones y sus valores; reconocer a los personajes e instituciones que históricamente pusieron su esfuerzo para construirla; poner un grano de arena para hacer de esta tierra un lugar para habitar, manteniéndola limpia y ordenada; aportar para el desarrollo humano y para su desarrollo económico; preservar la naturaleza; cooperar para el rescate de los sitios históricos y para la preservación de las características propias de la ciudad; educar y enseñar a los hijos el significado de ser un verdadero ciudadano. Estos y muchos otros son los elementos que como habitantes de una ciudad debemos ir sembrando e incentivando en nuestros entornos familiares y sociales.

En las ciudades “sostenibles” las instituciones públicas y ciudadanas emprenden en búsqueda de ese sentido de pertenencia de los habitantes, que hacen la diferencia entre “vivir” y “habitar”, porque no es papel solamente de una municipalidad que por ley debe liderar este tipo de procesos; son los propios vecinos de la ciudad quienes en forma directa con sus actitudes personales y/o a través de las instituciones ciudadanas formales, se dedican a construir dejando de lado la pasividad, la simple observación y la crítica pertinaz de grupos de amigos, para pasar a ser “actores”.

Ciudades como las nuestras han dejado absolutamente todo en manos de las administraciones municipales, con resultados generalmente desastrosos. Esto se ha visto reflejado en la destrucción de patrimonios históricos y culturales, y de los recursos naturales; en el crecimiento desordenado; en el desorden y la suciedad de sus calles y mercados; en todo tipo de congestiones y contaminaciones; dando como resultado ciudades feas y sucias que descorazonan y desalientan al propio ciudadano, no se diga a quien pretendiese llegar en calidad de turista.

Ciudadanos: cambiemos de actitud y trabajemos por la construcción de la ciudad de nuestros sueños. Poner el corazón en la construcción del “Capital Social” de la ciudad, que es la base para iniciar cualquier proceso de desarrollo.